Para el secretario general de la COMECE: "Es un derecho fundamental y una necesidad real para muchos" Manuel Barrios Prieto : "La erosión de la libertad religiosa no debe convertirse en la nueva norma"
El Secretario General de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea demanda a los gobiernos "diálogo con las instituciones eclesiásticas" en la desescalada del confinamiento
Considera "decepcionante" el hecho de que en la hoja de ruta común europea, elaborada por la Comisión Europea para la abolición de las medidas de contención del Covid-19, "no se hace referencia a la posibilidad de participar en una celebración"
"El enfoque agresivo de algunos actores laicistas hacia el papel de la religión en el contexto público puede haber contribuido a su marginación en la crisis actual"
"El enfoque agresivo de algunos actores laicistas hacia el papel de la religión en el contexto público puede haber contribuido a su marginación en la crisis actual"
| RD/Sir
"La reapertura de las iglesias debe ser llevada a cabo por las autoridades civiles en diálogo con las instituciones eclesiásticas", ha dicho hoy en una nota Don Manuel Barrios Prieto, Secretario General de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea (COMECE), mientras en algunos Estados Miembros hay diálogos a veces difíciles sobre este tema.
"La libertad religiosa, incluida la libertad de practicar la religión, es un derecho fundamental y una necesidad real para muchas personas", dijo Barrios Prieto. Por esta razón, sin perjuicio de las normas preventivas vinculadas a la pandemia, las autoridades civiles necesitan "claridad", "no arbitrariedad", "pleno respeto y diálogo con las instituciones eclesiásticas".
Barrios Prieto considera "decepcionante" el hecho de que en la hoja de ruta común europea, elaborada por la Comisión Europea para la abolición de las medidas de contención del Covid-19, "no se hace referencia a la posibilidad de participar en una celebración": "se pasa por alto el papel clave de la religión en las sociedades europeas", en su "dimensión pública y comunitaria".
"El enfoque agresivo de algunos actores laicistas hacia el papel de la religión en el contexto público puede haber contribuido a su marginación en la crisis actual", denuncia nuevamente Barros Prieto, concluyendo: "La erosión de los derechos fundamentales en el contexto de la crisis actual, incluido el de la libertad religiosa, no debe convertirse en la nueva norma; estos derechos deben restablecerse plenamente lo antes posible".