Declaración conjunta del Dicasterio para los Laicos y la Pontificia Academia por la Vida “Esperamos que se puedan encontrar soluciones efectivas lo antes posible para proteger la vida de Vincent Lambert”
Los tribunales franceses ordenan que vuelvan a hidratarle mientras la ONU decida sobre el fondo de la cuestión
Paglia y Farrell denuncia el "juicio despiadado" sobre la calidad de vida del paciente, "expresión de una cultura del descarte que selecciona a las personas más frágiles e indefensas"
Vicent Lambert no está muerto. Al menos, no por el momento. Después de que se ordenara su desconexión, anoche el Tribunal de Apelación de París ordenaba la restauración del tratamiento para mantenerlo con vida, al menos hasta que un comité de la ONU -el Comité Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad- decida sobre el fondo de su caso. La madre de Vincent Lambert saludó "una gran victoria" y dijo que estaba "orgullosa de la justicia".
Después de las palabras del arzobispo de Reims, y del propio Papa Francisco, el presidente de la Pontificia Academia por la Vida, Vincenzo Paglia, y del dicasterio de Laicos, Familia y Vida, Kevin Farrell, emitían un comunicado conjunto en el que reiteran “la grave violación de la dignidad de la persona que conlleva la interrupción de los alimentos y la hidratación”.
Asistencia humana básica
El "estado vegetativo" en el que se encuentra Lambert, aunque es “una condición patológica grave”, admite la Santa Sede, “no compromete de ninguna manera la dignidad de las personas que se encuentran en esta condición, ni sus derechos fundamentales a la vida y el cuidado, entendidos como continuidad de la asistencia humana básica”.
“La nutrición y la hidratación son una forma de cuidado esencial que siempre es proporcional al mantenimiento de la vida”
, sostienen Farrell y Paglia. “Alimentar a una persona enferma nunca es una forma de obstinación terapéutica irrazonable, siempre y cuando el cuerpo de la persona pueda absorber la nutrición y la hidratación”. Esto, en su opinión, “no causa un sufrimiento intolerable o es perjudicial para el paciente”.
"Un deber ineludible"
En cambio, sostienen, suspender estos tratamientos “es una forma de abandono del paciente, basado en un juicio despiadado sobre su calidad de vida, expresión de una cultura del descarte que selecciona a las personas más frágiles e indefensas, sin reconocer su singularidad y inmenso valor”. Por ello, “la continuidad de la asistencia es un deber ineludible”.
“Por lo tanto, esperamos que se puedan encontrar soluciones efectivas lo antes posible para proteger la vida del Sr. Lambert”, concluye la nota.
Los padres del paciente tetrapléjico habían presentado el lunes nuevas acciones legales en un intento de detener lo que ellos consideraban una "eutanasia disfrazada". Pero la decisión del Tribunal de Apelación también conmocionó a parte de la familia de Vincent Lambert, que estaba a favor de suspender el tratamiento. Su sobrino denunció "puro sadismo por parte del sistema médico-judicial". El 21 de mayo, el hospital de Reims acogerá a los dos abogados de los padres de Vincent Lambert, que se encargarán de que se reanude la dieta y la hidratación de su hijo.