Las investigadoras aseguran que dos diócesis han destruido sus archivos Sacudida en la Iglesia de Suiza: un informe detecta 1.002 casos de abusos, pero son solo “la punta del iceberg”
“Los casos identificados son sin duda sólo la punta del iceberg”, explicaron las dos jefas de la investigación, Monika Dommann y Marietta Meier, que reconocieron que aún no se han evaluado numerosos archivos en los que es probable que se documenten más casos de abuso, incluidos archivos de comunidades religiosas, documentos de organismos diocesanos y archivos de escuelas, internados y hogares católicos, así como archivos estatales
Hay constancia de la destrucción de archivos de dos diócesis y de que no todos los informes se registraron por escrito y se archivaron de forma coherente. "En vista de los hallazgos de investigaciones no reportadas, asumimos que sólo una pequeña proporción de los casos fue reportada alguna vez", afirmaron las investigadoras
"Los intereses de la Iglesia y sus dignatarios se antepusieron al bienestar y protección de los feligreses"
"Los intereses de la Iglesia y sus dignatarios se antepusieron al bienestar y protección de los feligreses"
| RD/ J. L.
Un estudio sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica suiza ha descubierto un gran número de casos cometidos por clérigos, empleados de la Iglesia y miembros de órdenes religiosas desde mediados del siglo XX. Los investigadores identificaron 1.002 casos, 510 imputados y 921 afectados. Sin embargo, esto probablemente sea sólo “la punta del iceberg”, según informa Katholisch tras la presentación este martes en Zurich.
La investigación, llevada a cabo por el Seminario de Historia de la Universidad de Zúrich, señala que en el 39 por ciento de los casos, la persona afectada era mujer, en el 56 por ciento hombre y en el 5 por ciento el género no pudo determinarse claramente en las fuentes, en el 74 por ciento de los casos eran menos y que, salvo algunas excepciones, los acusados eran hombres.
Tres espacios para el abuso
Según los investigadores, los abusos se produjeron principalmente en tres "espacios sociales": en la atención pastoral -especialmente en las confesiones, en el servicio del altar y en la educación religiosa-; en los ámbitos educativo y asistencial de la Iglesia, que especialmente en la primera mitad del siglo XX desempeñó funciones sociales centrales; y en las órdenes y nuevas comunidades y movimientos espirituales, donde fue más complicado encontrar fuentes de información sobre los casos.
“Los casos identificados son sin duda sólo la punta del iceberg”, explicaron las dos jefas de la investigación, Monika Dommann y Marietta Meier, que reconocieron que aún no se han evaluado numerosos archivos en los que es probable que se documenten más casos de abuso, incluidos archivos de comunidades religiosas, documentos de organismos diocesanos y archivos de escuelas, internados y hogares católicos, así como archivos estatales.
Destrucción de archivos en dos diócesis
Igualmente, aseguraron que hay constancia de la destrucción de archivos de dos diócesis y de que no todos los informes se registraron por escrito y se archivaron de forma coherente. "En vista de los hallazgos de investigaciones no reportadas, asumimos que sólo una pequeña proporción de los casos fue reportada alguna vez", afirmaron.
Al presentar el informe, criticaron que el derecho penal eclesiástico apenas se haya aplicado. “Por el contrario, numerosos casos fueron silenciados, encubiertos o trivializados”, subrayan las investigadores, añadiendo que los funcionarios de la Iglesia trasladaron a clérigos acusados y condenados, a veces al extranjero, para evitar el procesamiento secular. "Los intereses de la Iglesia y sus dignatarios se antepusieron al bienestar y protección de los feligreses", indicaron.
