El Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra se reunirá durante cinco días en la ciudad de York La Iglesia anglicana de Inglaterra debatirá sobre la bendición de las uniones homosexuales
Durante décadas, la Iglesia de Inglaterra ha enfrentado divisiones profundas con relación a su posición sobre la homosexualidad y las uniones entre personas del mismo sexo
Busca permitir a las parejas homosexuales celebrar un servicio de oración después de un matrimonio civil, tras pedir disculpas a la comunidad LGTBI
En febrero, la asamblea del Sínodo General, compuesta por obispos, clérigos y laicos, votó a favor de los planes presentados, lo cual generó controversia
Justin Welby ha instado a los obispos a mostrar amor hacia todos, pero ha respaldado la resolución de 1998 que rechaza la práctica homosexual como incompatible con las enseñanzas bíblicas
En febrero, la asamblea del Sínodo General, compuesta por obispos, clérigos y laicos, votó a favor de los planes presentados, lo cual generó controversia
Justin Welby ha instado a los obispos a mostrar amor hacia todos, pero ha respaldado la resolución de 1998 que rechaza la práctica homosexual como incompatible con las enseñanzas bíblicas
La propuesta presentada en enero por la Iglesia de Inglaterra, que actualmente no permite los matrimonios entre personas del mismo sexo en sus 16.000 iglesias, busca permitir a las parejas homosexuales celebrar un servicio de oración después de un matrimonio civil. Además, la iglesia ha pedido disculpas a la comunidad LGBT por el rechazo y la hostilidad que han enfrentado.
En febrero, la asamblea del Sínodo General, compuesta por obispos, clérigos y laicos, votó a favor de los planes presentados, lo cual generó controversia. Un grupo conservador de líderes de la Iglesia Anglicana de distintas partes del mundo expresó su desconfianza hacia el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, acusándolo de traicionar su ordenación.
Durante décadas, la Iglesia de Inglaterra ha enfrentado divisiones profundas con relación a su posición sobre la homosexualidad y las uniones entre personas del mismo sexo. Este tema, considerado tabú en África e ilegal en más de 30 países, ha generado debates y tensiones dentro de la institución madre de los 85 millones de anglicanos distribuidos en 165 países.
En el pasado, el arzobispo Justin Welby ha instado a los obispos a mostrar amor hacia todos, pero ha respaldado la resolución de 1998 que rechaza la práctica homosexual como incompatible con las enseñanzas bíblicas. A pesar de esto, la obispa Sarah Mullally aseguró en junio que las propuestas no modificarían la doctrina de que el matrimonio es exclusivamente entre un hombre y una mujer, y se garantizaría protección para aquellos que, por razones de conciencia, decidan no bendecir a parejas del mismo sexo.
En el contexto británico, los activistas LGBT han luchado durante mucho tiempo por obtener los mismos derechos que sus compatriotas cristianos heterosexuales. El matrimonio homosexual ha sido legal en Gran Bretaña durante una década, y la discusión en el Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra refleja los esfuerzos por avanzar hacia una mayor inclusión y reconocimiento de la diversidad en la fe anglicana.
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