El obispo de Partenia expresa su conmoción tras el 'informe Sauvé' Jaques Gaillot: "¿Tendrá la Iglesia francesa la valentía de poner en práctica las recomendaciones de la comisión sobre abusos?
Apodado el clérigo rojo por sus ideas sobre ciertos temas sociales, Gaillot ha admitido que el informe sobre los abusos sexuales le “causó asombro y vergüenza”
“Que decenas y decenas de miles de menores sufrieran abusos sexuales por parte de sacerdotes nos deja sin palabras”
"Tras el perdón, la reparación de las víctimas, los cambios en el derecho canónico, en la Iglesia quedará pendiente lo más difícil: conseguir la igualdad de derechos entre hombres y mujeres"
"Tras el perdón, la reparación de las víctimas, los cambios en el derecho canónico, en la Iglesia quedará pendiente lo más difícil: conseguir la igualdad de derechos entre hombres y mujeres"
El obispo de Partenia y activista francés Jacques Gaillot suma su voz a las de otras muchas que, desde la Iglesia, han querido expresar su conmoción tras el ‘informe Sauvé’. Apodado el clérigo rojo por sus ideas sobre ciertos temas sociales, Gaillot ha admitido que el informe sobre los abusos sexuales le “causó asombro y vergüenza”. “Que decenas y decenas de miles de menores sufrieran abusos sexuales por parte de sacerdotes nos deja sin palabras”, comenta el prelado en una carta de la que se ha hecho eco Il sismógrafo.
“Las víctimas hablaron, una palabra que tiene precio y peso. Una palabra escuchada. Otras víctimas seguirán siendo escuchadas. Gracias a ellos, nada volverá a ser lo mismo”, expresa el sacerdote, quien se muestra convencido de que tras el perdón de la institución eclesiástica, la reparación de las víctimas, los cambios en el derecho canónico, quedará pendiente lo más difícil: conseguir la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. “Nos enfrentaremos a la dominación masculina que estructura la Iglesia en su historia y cultura”, asegura.
“Se trata —detalla— de que las mujeres tengan derecho a acceder a todas las instituciones de la Iglesia y a participar plenamente en la toma de decisiones. Que tengan acceso a los ministerios ordenados. Que se anule la obligación del celibato eclesiástico para abrir la posibilidad de ordenar a hombres o mujeres, casados o no”.
El máximo responsable de la llamada “diócesis sin fronteras” ve, al igual que otros, un acto de valor el hecho de que la Iglesia de Francia creara una comisión independiente para hacer la verdad. Sin embargo, lanza una pregunta: “¿Tendrá la misma valentía para poner en práctica, con todos los bautizados, el seguimiento de esta comisión? ¿Confiará en la palabra de Jesús?”
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