“Aún estamos muy lejos de una solución negociada”, confiesa el secretario de Estado a su regreso de Kiev Parolin: "No podemos permitir que el de Ucrania se convierta en otro conflicto olvidado"
“La diplomacia ha pasado a un segundo plano. Ha sido incapaz de aportar soluciones. Y de hecho, desgraciadamente, después de más de dos años la guerra continúa”
"Tenemos que seguir apoyando a Ucrania desde el punto de vista humanitario. Y luego tenemos que ser creativos para encontrar fórmulas que favorezcan el inicio de caminos de paz"
“Aún estamos muy lejos de una solución negociada”. El secretario de Estado, Pietro Parolin, acaba de regresar de un maratoniano y emotivo viaje a Ucrania, en el que ha podido tocar, en nombre del Papa, el dolor del martirizado pueblo ucraniano, y explorar posibles fórmulas diplomáticas para una paz que, más de dos años después, sigue siendo débil.
En una entrevista con Avvenire a su regreso a Roma, el número dos de la Santa Sede invita a Rusia a implicarse en la plataforma de paz impulsada por Zelensky, qunque “no es suficiente. Espero que se puedan encontrar otras fórmulas que permitan algún rayo de esperanza”.
“Esto es positivo por parte ucraniana. Sin embargo, no sé si Rusia se implicará mediante esta fórmula”, lamenta Parolin, que deja claro que en las mesas de negociación “Rusia no puede no estar”. Tampoco la Santa Sede, que en estos meses ha construido “una relación de mayor confianza y comprensión”, no siempre fácil, con las autoridades de Kiev, dejando claro que la posición de Roma es “la de ofrecerse como espacio de mediación y diálogo. Una posición que exige ser muy equilibrado. Es lo que siempre ha hecho el Papa”.
“La diplomacia ha pasado a un segundo plano. Ha sido incapaz de aportar soluciones. Y de hecho, desgraciadamente, después de más de dos años la guerra continúa”, admite Parolin, quien reivindica el papel de la diplomacia vaticana. “No tenemos más armas”, explica, justificando la misión del cardenal Zuppi en Kiev, Moscú, Washington o Pekín, “para implicar a la comunidad internacional en el fin de la guerra”.
“Hay quien espera ciertos plazos políticos. Pero mientras tanto la gente sigue muriendo. Por eso digo que hay que intensificar los esfuerzos. Y hay que hacer más ya desde ahora”, reflexiona. Un primer paso está siendo el mecanismo de repatriación de niños ucranianos desde Rusia, iniciado con el cardenal Zuppi, o el intercambio de prisioneros, en el que Roma “colaboró activamente”.
En cuanto al futuro, Parolin insiste en que “la atención de la comunidad internacional debe mantenerse alta sobre esta guerra en Europa”. “No podemos permitir que se convierta en otro conflicto olvidado. Así que tenemos que seguir apoyando a Ucrania desde el punto de vista humanitario. Y luego tenemos que ser creativos para encontrar fórmulas que favorezcan el inicio de caminos de paz”, subraya.
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