"El agresor ruso quiere el exterminio del pueblo ucraniano", asegura el arzobispo en el 28º día de asedio Schevchuk: "Esta guerra tiene todas las características de un genocidio"
El arzobispo mayor ucraniano manifesta que "el agresor ruso está librando una guerra contra el pueblo ucraniano, contra las personas, nuestro patrimonio cultural y nuestras tradiciones espirituales
"Cuando decimos 'el pueblo' nos referimos a todos los residentes de Ucrania, ndependientemente de su nacionalidad, etnia, iglesia, afiliación religiosa, incluso sin importar si vive en Ucrania o en el extranjero"
"Quiero dar las gracias especialmente por un acontecimiento muy singular que tuvo lugar el lunes en Jerusalén. Se celebró una oración internacional, interconfesional e intereclesiástica frente a la catedral de la Iglesia Ortodoxa Rusa de Jerusalén por la paz"
"Quiero agradecer el que haya tenido lugar esta oración y que se haya firmado una declaración para poner fin a la guerra en Ucrania"
"Quiero dar las gracias especialmente por un acontecimiento muy singular que tuvo lugar el lunes en Jerusalén. Se celebró una oración internacional, interconfesional e intereclesiástica frente a la catedral de la Iglesia Ortodoxa Rusa de Jerusalén por la paz"
"Quiero agradecer el que haya tenido lugar esta oración y que se haya firmado una declaración para poner fin a la guerra en Ucrania"
(AICA).- El arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, su beatitud Sviatoslav Shevchuk, reiteró este miércoles 23 de marzo que “el agresor ruso está librando una guerra contra el pueblo ucranio” y denunció que la contienda “tiene todas las características de un genocidio”.
“Estamos convencidos de que esta guerra no es una guerra en la que sólo lucha el ejército ucraniano contra nuestra patria, todo el pueblo ucraniano se levantó para defender a su país. El agresor ruso está librando una guerra contra el pueblo ucraniano. Quiere el exterminio de las personas, de nuestro patrimonio cultural, de nuestras tradiciones espirituales”, subrayó en su mensaje diario a la comunidad.
Su beatitud destacó que “en esta guerra contra nuestra patria, todo el pueblo ucraniano se levantó para defender a su país” y precisó que “cuando decimos ‘el pueblo’ nos referimos a todos los residentes de Ucrania, independientemente de su nacionalidad, etnia, iglesia, afiliación religiosa, incluso sin importar si vive en Ucrania o en el extranjero”.
“Sentimos que la victoria es una causa común”, dijo más adelante el arzobispo, destacando la unidad que se generó en el pueblo ucraniano frente al enemigo común. “Y es en esta unidad de nuestro pueblo que podemos ya desde ahora sentir el sabor de la victoria”, expresó.
“Es muy importante que cada uno de nosotros, cada uno de los que me escuchan, se una a esta causa que es grande y santa. Y este “milagro en el río Dnipró” que se desarrolla ante nuestros ojos, es una empresa, una obra, bendecida por Dios. Nosotros luchamos y peleamos por la victoria, pero es Dios Nuestro Señor quien nos la regala”.
Texto completo del mensaje diario
¡Alabado sea Jesucristo!
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy es 23 de marzo de 2022 y Ucrania, el pueblo ucraniano ya está viviendo el día 28 de su viacrucis, de su gólgota, de esta guerra que Rusia inició contra el pacífico pueblo ucraniano.
Vivimos tiempos trágicos y dolorosos... pero es de este tipo de tiempos que nacen los héroes. Héroes que por amor a su pueblo y a su patria están dispuestos a cualquier sacrificio, incluso al sacrificio de su propia vida.
En estos días, hablando con diferentes personas, con voluntarios, con sacerdotes y religiosos, con militares, con autoridades públicas a diferentes niveles, en particular del gobierno central... se siente que, efectivamente, nuestro pueblo ucraniano se ha unido. Justamente para hacer frente a esta lucha.
¡Tantas veces hemos hablado de unidad…! De unidad eclesial, de la unidad del pueblo, incluso de la unidad política, hemos hablado de esta unidad como de un sueño, pero hoy este sueño se va convirtiendo en realidad. Vemos cómo el pueblo se une para derrotar al enemigo que está pisoteando la tierra ucraniana. Vemos que cada uno por sí mismo siente el mandato de su propia conciencia para mantenerse en pie y poder así triunfar.
Estamos convencidos de que esta guerra no es una guerra en la que sólo lucha el ejército ucraniano. No es una guerra que libra el enemigo contra el presidente, o contra del poder estatal ucraniano por este o aquel motivo ideológico. El agresor ruso está librando una guerra contra el pueblo ucraniano. Y esta guerra tiene todas las características de un genocidio: el exterminio de las personas, de nuestro patrimonio cultural, de nuestras tradiciones espirituales…
Y en esta guerra contra nuestra patria, todo el pueblo ucraniano se levantó para defender a su país. Y cuando decimos “el pueblo” nos referimos a todos los residentes de Ucrania, independientemente de su nacionalidad, etnia, iglesia, afiliación religiosa, incluso sin importar si vive en Ucrania o en el extranjero... Sentimos que la victoria es una causa común. Y es en esta unidad de nuestro pueblo que podemos ya desde ahora sentir el sabor de la victoria.
Es muy importante que cada uno de nosotros, cada uno de los que me escuchan, se una a esta causa que es grande y santa. Y este “milagro en el río Dnipró” que se desarrolla ante nuestros ojos, es una empresa, una obra, bendecida por Dios. Nosotros luchamos y peleamos por la victoria, pero es Dios Nuestro Señor quien nos la regala.
Hoy quiero dar las gracias especialmente por un acontecimiento muy singular que tuvo lugar el lunes, justo antes de ayer, en Jerusalén. Por iniciativa del Elijah Interfaith Institute, el Instituto Interreligioso Elías, se celebró una oración internacional, interconfesional e intereclesiástica frente a la catedral de la Iglesia Ortodoxa Rusa de Jerusalén por la paz y por la victoria de Ucrania en esta guerra. El Patriarca Latino de Jerusalén, Su Beatitud Pizaballa, participó personalmente en esta oración. También participaron representantes de la Iglesia Greco Católica Melquita, de diversas comunidades protestantes, de la Iglesia Anglicana, así como también otros intelectuales y destacadas figuras religiosas de la comunidad judía, pensadores islámicos y líderes religiosos. Quiero agradecer el que haya tenido lugar esta oración y que se haya firmado una declaración para poner fin a la guerra en Ucrania.
Jerusalén y Kyiv sienten un parentesco espiritual. Kyiv fue construida como una Nueva Jerusalén. Que esta oración, este movimiento contra la guerra se extienda a otros centros de vida religiosa y espiritual por todo el mundo.
Recemos juntos. Recemos ante la catedral de la Iglesia Ortodoxa Rusa de todo el mundo por la paz en Ucrania. Veremos que el Señor Dios escuchará nuestras oraciones y esta guerra será derrotada. Que Dios nos bendiga a todos.
La bendición del Señor y su misericordia descienda sobre ustedes por su divina gracia y amor y permanezcan ahora y siempre y por los siglos de los siglos, amén.
¡Alabado sea Jesucristo!
Sviatoslav +
Padre y Primado de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana.
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