La Iglesia alemana adapta la segunda asamblea del proceso a la coyuntura del coronavirus La pandemia, ¿otra piedra en el Camino Sinodal?

Desde que empezó a florecer en el seno de la Iglesia Católica alemana, en el primer Adviento del año pasado, el proyecto del denominado Camino Sinodal ha sido frecuentemente discutido desde Roma. Con el estallido de la crisis del coronavirus, la situación parece haberse complicado todavía más, sin propiciar este diálogo urgente sobre la reforma de la Iglesia.

Como ha publicado Katolisch.de, la segunda asamblea sinodal tenía que haberse celebrado del 3 al 5 de septiembre de este 2020. Más de 230 participantes se habrían reunido en la catedral de San Bartolomé, así como en el monasterio dominicano del centro de la ciudad de Hesse

Pero la Conferencia Episcopal Alemana, consciente de la coyuntura, se está esforzando para seguir dando pasos en el progreso de la Vía Sinodal a pesar de que las restricciones sanitarias impiden encuentros multitudinarios. A finales de mayo, tomó la decisión de organizar cinco conferencias regionales de un día. Un encuentro dividido en cinco sedes (Berlín, Dortmund, Frankfurt, Ludwigshafen y Munich) para congregar a 50 participantes en vez de más de 200. Bajo el lema "Cinco lugares - un camino", esta asamblea va a preceder a otra, más decisiva, programada para principios de febrero del año próximo.

Bajo el lema "Cinco lugares - un camino", esta asamblea va a preceder a otra, más decisiva, programada para principios de febrero del año próximo

"¿Qué lecciones debemos sacar como católicos de la crisis?". Con interrogaciones como ésta el presidente de la Conferencia Episcopal, Georg Bätzing, ha querido destacar la importancia de continuar apostando por la sinodalidad en la era del coronavirus. Llamando a reflexionar sobre la incidencia de la pandemia en los foros sinodales de la Iglesia alemana.

"La conversión y la renovación no pierde su urgencia como consecuencia de la pandemia del coronavirus, sino que gana en importancia”, asegura el documento publicado por el episcopado alemán. El Camino Sinodal propone reformar cuestiones relevantes para ganar igualdad en la vida de la Iglesia, como la moral sexual o la participación de mujeres y laicos en los espacios de poder eclesiásticos.