Infinito +1 regresa a los cines con una nueva propuesta de historias reales que superan a la ficción. Juan Manuel Cotelo, puso en marcha este proyecto de Infinito +1 con la película La Última Cima, la historia de Pablo, un sacerdote que fue muy especial en vida y que murió joven en un accidente de montaña en el Moncayo. La siguiente producción fue “Tierra de María”, un documental que aborda la fe y la influencia de la Virgen María en muchas personas; el anterior trabajo fue “FootPrints: El camino de tu vida” en el que Juan Manuel y su equipo acompañan a un grupo de peregrinos americanos en su particular Camino de Santiago. Lo que se proyecta desde el pasado viernes en los cines Yelmo de Vitoria es “El Gran Regalo” la película del perdón. La productora la presenta así: “Historias reales y actuales de reconciliación, que han culminado con un precioso final feliz. Enemigos que se convierten en amigos, familias rotas que vuelven a unirse, todo tipo de conflictos resueltos en Francia, España, Irlanda, México, Colombia, Ruanda... y es que el perdón es el arma más poderosa de construcción masiva, eficaz en el 100% de los casos.”

La mayoría de los protagonistas son personas desconocidas para el gran público pero, para muchos la figura de Irene Villa es fácil de reconocer. Irene y su madre fueron, junto a otras personas, víctimas del atentado que ETA llevó a cabo en Madrid el 17 de octubre de 1991. Irene aceptó formar parte de este proyecto y dar su testimonio en el que, entre otras cosas dice que “gracias al perdón no tengo amputado el corazón, la bomba solo pudo con mis piernas”.
Además del testimonio de Irene Villa en la película se pueden conocer otros casos donde el perdón ha cambiado las vidas de quienes provocaron el dolor y quienes lo sufrieron.


Non solum sed etiam


Yo ya he visto esta última propuesta de Infinito +1, y, vuelvo a felicitar a Juan Manuel Cotelo y su equipo. Ciertamente que como western, o para entendernos “película de indios y vaqueros”, no pasará a los anales del cine. Pero tampoco creo que sea ese el propósito de Cotelo. Más bien creo que El Gran Regalo es “una corriente de aire” que espera cambiar el guión de la “película” de la vida de muchas personas.
Cotelo, y su equipo de Infinito +1, están llevando a las pantallas de los cines una alternativa a las historias violentas, a las que salpican las butacas de “sangre”, a las que predican la ley del más fuerte, o la ley del Talión, y lo hace además no con una peli “basada en hechos reales”, sino con historias reales, contadas en primera persona por sus propios protagonistas. Haciendo valer esa máxima de que “la realidad supera a la ficción”. Y que soñar con un mundo diferente, donde el perdón y el amor sean el final feliz, no es una utopía, ni mucho menos una ficción, sino absolutamente real y posible.
Ojalá surjan protagonistas para muchas más historias como estas, eso sí sería un gran regalo para todos.