"Sería como si en tiempos de ETA dijéramos que todo vasco era un presunto terrorista" La Iglesia arremete contra la "demagogia ideológica" de quienes vinculan "delincuencia e inmigración"

Más allá del drama de los abusos o el ‘caso Belorado’, la comparecencia del portavoz de la Conferencia Episcopal tuvo un amplio espacio para la política, especialmente para la situación de los menores migrantes y las causas de la migración, en la que se vio a un Magán especialmente enfadado con algunos medios vinculados a la extrema derecha (política, pero también católica) que vinculan irresponsablemente inmigración y delincuencia.

“Es una pena que se dé una utilización política a un tema que tendría que ser objeto de un pacto de Estado, y un compromiso para no dejar solo a la Iglesia y los gobernantes de Canarias”. “Hay que ponerse a dialogar, en toda Europa”, subrayó Magán, aseguró que los obispos españoles “rechazamos la instrumentalización ideológica y política del caso, y los discursos alarmistas”.

“Acoger a los inmigrantes se inscribe en la defensa integral y total de la vida humana y la dignidad de las personas. Hacer una defensa integral de la vida no es quedarnos solo en esa vida no nacida, sino que es un ‘Sí’ a la vida, que incluye también el apoyo a los emigrantes, el apoyo a los pobres y necesitados, a las mujeres maltratadas, las nuevas esclavitudes, y las drogodependencias”, clamó Magán, visiblemente molesto ante algunos pseudo medios.

“Hay que hacer una clarísima diferenciación, porque si no se hace sería demagogia ideológica, entre delincuencia e inmigración”, lamentó Magán. “Son dos cosas absolutamente distintas”. “No podemos hacer una sospecha de delincuencia a todos los emigrantes, porque si hubieran hecho eso cuando los españoles, en los 50 y 60, iban a ganarse el pan y el futuro de sus familias en Suiza, Alemania y Francia, qué pensaríamos”.

Sería como si, años atrás, cuando teníamos la lacra execrable del terrorismo, dijéramos que todo vasco era un presunto terrorista

Abundando en el ejemplo, añadió Magán, “sería como si, años atrás, cuando teníamos la lacra execrable del terrorismo, dijéramos que todo vasco era un presunto terrorista”.

Asesinos con ocho apellidos españoles

“Por supuesto que a los delincuentes, sea de la nacionalidad que sea, del color de piel, tenga que aplicársele el peso de la ley. Pero no podemos etiquetar”, denunció el portavoz de la CEE cuando se le habló del caso de Gata de Gorgos. “En los lamentables crímenes de violencia contra la mujer hay de todo, también españoles, con ocho apellidos españoles”.

“Por supuesto, y sin fisuras, vamos a defender siempre el derecho de las personas de buscarse un futuro mejor, cuando hay un contexto de falta de seguridad, desarrollo y porvenir. Y también hay que hacer políticas de inserción y ayuda en los países de origen. España ha sido un país de emigración, antes de ser de acogida”, finalizó.

Cuelgamuros, el "elefante que aparece de vez en cuando"

Otros temas de calado político abordados en la rueda de prensa fueron la comisión interministerial para definir el futuro de Cuelgamuros (que Magán continúa llamando “Valle de los Caídos”) y la nueva norma para permitir el acceso a contenidos pornográficos. Sobre el primero, un “elefante que aparece de vez en cuando paseando por la sala”, Magán se limitó a señalar que “hay varios actores implicados”, desde el Gobierno de España a la comunidad benedictina que, aclaró, “depende de Silos y en último término de Solesmes”, pasando por la Archidiócesis de Madrid y la Santa Sede, “que fue la que erigió esa abadía”.

Sobre el porno, que Magán tildó de “plaga escalofriante” por la edad de inicio de consumo de este material, el obispo clamó por un pacto de Estado, pues “la pornografía hace daño a todos, está detrás una reducción de la dignidad de las personas, especialmente de la mujer, como un instrumento de usar y tirar". “Una persona jamás se puede comprar con dinero”, incidió, dando la bienvenida a medidas como la implementada por el Gobierno.