Entrevista al Bolero de Bilbao Jesús Mª Giraldo: "el limpiabotas es un servicio como el peluquero"
Nunca se ha sentido humillado por ponerse a los pies de nadie, antes al contrario, siempre ha defendido con la cabeza muy alta su oficio. Bien se ve que es un hombre que empezó a saber lo que cuesta un trozo de pan
Con los 50€ que le dio un sacerdote empezó su empresa
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
La imagen de un limpiabotas es poco frecuente entre nosotros y podemos decir que incluso está cargada de ciertos prejuicios, imágenes que nos retrotraen a un pasado, a una España del señorito que con displicencia da unas monedas al limpiabotas. Aun cuando en la retina de muchos se conserve una imagen más dulce y entrañable como las que ofrecía Mario Moreno Cantinflas en El Bolero de Raquel, o Rafael Álavarez, el Brujo, con su brillante papel de El Búfalo en la serie Juncal, junto al gran Paco Rabal, el oficio de limpiabotas se relaciona con un sector marginal de la población, no con un oficio más.
Pero nada más lejos de la realidad que viven hoy personas como Jesús Mª Giraldo, a quien les propongo que conozcamos un poco más en una entrevista.
Jesús Mª Giraldo nació en Colombia y hace doce años, por la insistencia de sus hijas que ya se encontraban en España, decidió venirse y empezar de “cero”.
Recaló en la ciudad de Vitoria-Gasteiz y comenzó trabajando en la limpieza de pisos de protección social. Pero pronto descubrió por las calles de Vitoria-Gasteiz su vocación y futuro: lustrador, bolero, limpiabotas.
El párroco de Santa María, en el Casco Viejo, punto de encuentro de migrantes y necesitados, le dió 50€ para poder comprarse unas maderas y confeccionar artesanalmente su primera caja de lustrador.
La capital alavesa se le quedaba pequeña y además hacía mucho frío, por lo que decidió sondear otros lugares hasta decidirse por Bilbao.
Doce años después de aquella apuesta, hoy Giraldo disfruta de toda su familia a su lado; ha creado una cooperativa con sucursales en Burgos, Madrid y Barcelona. “El Paisita” es su marca comercial, aunque el betún no es otro que el mítico “Búfalo”. Recorren hoteles, bares y cafeterías, atienden a domicilio y no solo limpian el calzado, también reparan, porque el calzado dice mucho de las personas, según dice D. Jesús, “mi viejo”.
Nunca se ha sentido humillado por ponerse a los pies de nadie, antes al contrario, siempre ha defendido con la cabeza muy alta su oficio. Bien se ve que es un hombre que empezó a saber lo que cuesta un trozo de pan.
También es un hombre muy creyente, Dios ha estado presente siempre en su vida, y lo encuentra en muchas de las personas con las que se cruza en la vida.
Hoy sufre por su Colombia natal, pero mira al frente y con su moto recorre el Gran Bilbao y se desplaza allí donde le reclamen.
Les dejo con la entrevista a D. Jesús Mª Giraldo, espero que la disfruten como yo, y que al final, si pensaban otra cosa, no tengan reparo en acudir a un limpiabotas como lo hacemos al peluquero, al sastre o al afilador, oficios muy dignos con los que muchas personas se ganan la vida.
Si les gusta la entrevista tengan la libertad de decirlo y comentarlo, o no lo hagan; den al me gusta, o no le den; pero sobre todo, háganse un favor, sean muy felices. Hasta la próxima entrevista, si Dios quiere.