Un divertimento literario de Txenti García D. Mateo caps 8 y 9
D. Mateo recibe la visita de Luis y Adam, y descubre un rostro del amor entre las personas desconocido para él. ¿Cómo no conceder el calificativo de Amor a lo que estaba viendo y escuchando?
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Cap 8 Miércoles por la tarde
Después de comer, D. Mateo se puso un orujo para hacerse compañía a sí mismo y a todo lo que tenía en la cabeza. Cogió un cuaderno y apuntó: Zarina y un futuro para ella. Pasó unas hojas y anotó en el margen superior: Hablar con Dña. Sofía para madrina de Lucas. Paso otras hojas y anotó en la cabecera de la hoja: Adam y Luis, una pareja con derecho a ser feliz. Cerró el cuaderno. Tomó un sorbo de orujo. Sacó la Biblia y…la abrió al azar. Y leyó en voz alta.
- Vocación de Mateo. Mt. 9,9: “Cuando se marchaba de allí, vio Jesús a un hombre que se llamaba Mateo, sentado en la oficina de impuestos, y le dijo: - Sígueme. El se levantó y lo siguió. Después, mientras Jesús estaba sentado a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores vinieron y se sentaron con él. Al verlo los fariseos preguntaban a sus discípulos: - ¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores? Lo oyó Jesús y les dijo: - No necesitan medico los sanos sino los enfermos. Entended lo que significa Misericordia quiero y no sacrificios; yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.”
“Palabra de Dios. Bueno poco más que decir y mucho por hacer. Hágase Señor tu voluntad.‖
El sonido del teléfono le interrumpe su soliloquio.
- ¿Quién es? … ¡Luis! Dime hijo. Vale, esta noche. Sí os espero a los dos.
Cuelga.
- Pues sí que se han dado prisa la hermana Clara y estos chicos. Bueno, lo dicho “Fiat”.
Cap. 9 Miércoles por la noche
Y llegó la noche. Y llamaron a la puerta.
- L) Buenas noches D. Mateo.
- Buenas noches Luis, e imagino que tu eres Adam.
- Ad) Sí padre, buenas noches.
- Pasad, al fondo, hacia el salón. He puesto unas cosillas para picar mientras hablamos ¿Qué os apetece beber: vino, cerveza,…no sé si tengo algún refresco?
- L) Si tiene unas cervezas eso está bien. Gracias
- Pues cervezas para todos. Ahora vuelvo, (…) La Hermana Clara me ha contado vuestra historia y vuestros deseos y os ha puesto en mis manos. ¡A ver qué podemos hacer! Si os parece podemos empezar porque me contéis vosotros lo que queráis.
- L) Gracias D. Mateo
- No me des las gracias que aún no he hecho nada por vosotros.
- Ad) Sí padre, acogernos con disposición a escucharnos. Eso para nosotros es ya mucho.
- Pero eso no debe ser mérito en mi, eso me lo dicta la conciencia y el corazón chicos. Venga empezad.
- Ad) Bueno, Luis y yo nos conocimos en la ciudad hace algo más de tres años. Frecuentábamos los mismos bares los fines de semana. Y, bueno, el proceso es similar a lo que sucede entre un chico y una chica. Nos miramos, cruzamos unas palabras, unas partidas de billar, unas cervezas y fuimos descubriendo que el otro nos hacía sentir bien, a gusto. No hizo falta confesar nuestra homosexualidad: Los bares, las compañías y las miradas eran evidentes. Hasta que al final Luis tomó la iniciativa y me propuso salir como pareja.
- Disculpadme. Si queréis que os acompañe como sacerdote y como persona os tengo que pedir que me permitáis haceros algunas preguntas, bueno, todas las preguntas que se me ocurran, sin ánimo de ofender, por supuesto. Luego me las contestáis si queréis y si no queréis pues nada. Pensad que tengo 54 años, procedo de un tipo de educación que es la que es. Ya sé que la homosexualidad ha estado presente en la historia de la humanidad siempre, pero yo os confieso que para mi es un mundo que desconozco en gran medida. Por eso necesito preguntaros si no os molesta.
- L) Pregunte lo que quiera D. Mateo y no se preocupe.
- Gracias, seguid.
- Ad) Los primeros meses nos vimos los fines de semana y nos limitamos a pasarlo bien, por los bares hasta que dimos el paso de pasar un fin de semana juntos en mi casa. Fue un finde inolvidable. No salimos del apartamento. No hicimos nada especial, todo fue tacto y delicadeza. Ese día, yo al menos, descubrí que quería a Luis y que quería pasar el resto de mis días con él.
- ¿Y tú Luis?
- L) Yo, D. Mateo creo que lo supe desde la primera partida de billar, me gustó Adam y descaradamente fui a por él. Luego todo fue dejarse llevar.
- Y tus padres ¿Cómo es posible que no sepan nada?
- L) Soy muy reservado y nunca he dado muestras de nada
- ¿Desde cuándo eres consciente de tu orientación sexual?
- L) Realmente y verdaderamente consciente desde hace no mucho, unos seis años, cuando tenía 17, casi 18 años. Si recuerdo del colegio fijarme más en los chicos, la curiosidad en las duchas, pero nada llamativo. Nunca he tenido gustos… femeninos ¿me entiende? Soy muy hombre pero que me gustan los hombres.
- La Hermana Clara me dijo que ambos os consideráis cristianos practicantes. Pero sois conscientes de la opinión de la Iglesia frente a la homosexualidad. ¿Cómo encajáis todo esto? ¿Cómo vivís vuestra fe, vuestra pertenencia a la Iglesia?
- Ad) Aquel fin de semana D. Mateo no solo hubo sexo entre nosotros. Hablamos y mucho. Y entre los muchos temas que tocamos salió el tema de la fe. Decidimos poner nuestro amor en las manos de Dios y desde ese fin de semana cuando nos es posible vamos a misa juntos. Somos conscientes de que la homosexualidad no ha encontrado aún su sitio en la Iglesia y que está más relacionada con el vicio y la depravación que con el amor. Pero D. Mateo, le juro que entre nosotros lo que hay es amor.
- Creo estar empezando a verlo. ¿Creéis que la Iglesia tendría que aceptar que os pudieseis casar bajo el sacramento del matrimonio, imagino?
- Ad) Sí, D. Mateo, pero no lo vamos a pedir.
- L) Mire D. Mateo, puedo hablar en nombre de los dos porque lo hemos hablado. Creemos que la Iglesia tiene que reconocer nuestra unión, llamarnos familia y bendecir nuestro amor sacramentalmente. Ahora bien. Defendemos con la Iglesia la institución familiar de hombre y mujer como la unión natural para la colaboración creadora con Dios. Es decir, creemos que de cara a unos hijos lo ideal y lo bueno es una familia con un padre y una madre. Nosotros nunca solicitaremos tener hijos en adopción, ni pequeños ni grandes. Pero tenemos decidida otra opción que creemos puede ser para nosotros la ideal: Nos apuntaremos a un programa de acogida temporal de niños que una ONG trae bien para pasar las vacaciones o bien para ser operados de enfermedades que en sus países de origen no tienen medios o son muy caros. Digamos que, nosotros al menos, nos vemos más ejerciendo como “tios” que como padres. Al fin y al cabo la naturaleza en nuestra especie tiene reservada la procreación para parejas de distinto sexo. Pensamos que la paternidad no tiene que condicionar la sexualidad de las personas, ni a la inversa tampoco, la sexualidad de las personas no tiene que condicionar la paternidad/maternidad.
- Ya, pero la Iglesia nos remite a la Palabra de Dios cuando nos dice que en muchos pasajes que la obra de Dios se entiende desde la pareja hombre y mujer.
- Ad) Sí padre, la Biblia también dice que si tu mano te escandaliza córtatela y no por ello lo hacemos, además de por considerarlo una burrada porque le buscamos interpretaciones que nos permitan seguir manteniendo esas frases en los textos canónicos. Mire D. Mateo, no soy teólogo y quizá resulte muy atrevido lo que voy a decir: La revelación de Dios puede que culminase con Jesucristo, pero la interpretación de la Palabra de Dios a la luz de los tiempos sigue siendo una materia viva y que evoluciona en la Iglesia, o acaso en 20 siglos la Iglesia no ha cambiado de parecer en muchos de sus juicios. ¡que se lo digan a Galileo, a Lutero, a Teresa de Jesús o a Francisco de Asís!
- ¿Qué pediríais o qué pedís en concreto hoy a la Iglesia para vosotros?
- L) Que nos acepte como somos, que nos acoja y que nos acompañe a discernir la voluntad de Dios para nosotros desde nuestra condición homosexual. Que celebre nuestro Amor y deje que sea Dios quien lo juzgue y bendiga si es su voluntad. Y eso sí es un capricho: que la acogida se haga públicamente en la iglesia de las Dominicas. Yo he llorado y vivido mi aceptación sexual en los bancos de esa iglesia. Lo he hecho de forma muy discreta, hasta el punto de que nadie lo ha sabido hasta ahora, ni siquiera Adam. Y cuando conocí a Adam esa capilla ha sido mi confidente y mi confesor.
- ¿Por qué no acudiste a mí?
- L) No lo sé, imagino que por miedo al rechazo.
- Ciertamente tengo ante mí a dos enamorados. De hecho creo que puedo afirmar que pocas parejas normales, perdón, heterosexuales, las he visto tan sinceramente enamoradas. Os propongo una hoja de ruta
- L) Usted dirá D. Mateo.
- Lo primero es hablar con tus padres Luis. Si queréis que os acompañe lo hago pero si lo hacéis vosotros solos mejor. Me comentáis cuando lo hayáis hecho. El siguiente paso es una preparación cristiana para la vida en pareja. Una especie de curso de novios pero adaptado a vosotros. Nos veremos un día a la semana y cuando yo crea que hemos trabajado los puntos clave de esa pareja cristiana hablamos de fecha para una celebración… del Amor de Dios y su expresión en la pareja podríamos decir. Mientras tanto ya veré, y espero que el cielo me asista, para hacer encajar esto a la Madre Superiora de las Dominicas y al obispado si hace falta.
- L) D. Mateo solo pedimos que nos dejen ser libres desde la verdad de nuestro amor. Usted lo dijo el domingo: la verdad os hará libres.
- No lo dije yo, lo dice Cristo.
- L) Mejor me lo pone.
- Y Bueno, hablando de cosas más mundanas. Me dijo Clara que pensabais vivir en el pueblo.
- L) Ah sí y justo al lado de su casa.
- Sí, algo de eso me dijo
- L) La verdad es que estábamos esperando a tener apoyo para seguir adelante en nuestra idea de hacer la vida en el pueblo, y formalizar entonces la compra de la casa. Ahora sí, mañana llamaremos para formalizar el contrato de compra y empezar pronto con las obras de reforma.
- ¿Y cómo os vais a organizar? Si no es indiscreción.
- Ad) Yo trabajaré desde casa con el ordenador y una o dos veces por semana iré a la ciudad y luego si tengo algún viaje, algún congreso, pero la mayor parte del tiempo la pasaré en casa, en el pueblo.
- L) Yo seguiré en la tienda de mis padres como hasta ahora. En los ratos libres iré al gimnasio o quizá montemos un espacio de gimnasio en casa.
- ¿Y la casa, la limpieza, la comida, la colada, la plancha,…?
- L) No sé, ya nos repartiremos el trabajo en el día a día y si vemos que no llegamos pues ya cogeremos una asistenta.
- Si pensáis en lo de la asistenta por favor hablad conmigo antes, quizá os pida un favor.
- L) Disculpe D. Mateo, usted tiene algo en la cabeza ¿de qué se trata?
- Sí, tengo algo, pero decidid primero vosotros si precisáis de una asistenta y luego hablamos.
- L) Está bien D. Mateo. Ya le iremos diciendo.
- Bueno, salvo que queráis rezar conmigo completas, es ya muy tarde. Por cierto, Adam, ¿tu donde te quedas hoy?
- Ad) No me quedo, cojo el coche y marcho a la ciudad. Mañana vuelvo.
- Si quieres quedarte a dormir aquí. Tengo una habitación para invitados, y Luis no creo que tenga miedo de que el cura le levante el novio.
- L) Bueno, bueno nunca se sabe. Jajaaja
- Ad) No, gracias D. Mateo. Mañana tengo trabajo que hacer. Volveré por la tarde a ver si podemos cerrar lo de la casa y quizá hablar con los padres de Luis.
- Pues si tienes viaje os dispenso de completas hoy, pero cuando seamos vecinos espero que compartamos algún rato de oración.
- Ad) Delo por hecho D. Mateo. Y alguna buena cena en nuestra casa. Le pediremos que la bendiga en su día.
- Hecho. Venga, no os demoréis. Buenas noches chicos. Ha sido un placer hablar con vosotros y espero poder ayudaros.
Otro día más en el que D. Mateo cierra la puerta de su casa y se queda pensativo con la mano en el pomo.
―Acabo de recordar a Dora y a Violeta. Dos catequistas que teníamos en Ecuador. Todo el mundo sabía que eran pareja, una linda pareja. Pero me ha impresionado más el caso de estos chicos. No sé si por que son hombres, por todo lo que me han contado, … la verdad es que son una pareja de enamorados. Y quién coño soy yo para negar que eso que sienten ellos no es amor. Me ha encantado ese planteamiento sincero, honesto sobre la paternidad y la alternativa que han pensado para poder vivir el cuidado de un niño pero sin marcarle de por vida privándole de los dos referentes sexuales a que tiene derecho todo nacido. Tengo que saber más sobre esa ONG de acogidas temporales de niños. Quizá los curas podamos colaborar también. ¡Ay Señor!, que igual no es mala idea lo que se me ha ocurrido, o se nos ha ocurrido, vale, para sacar a Zarina de donde está. No voy a emocionarme, pero …lo mismo esta pareja hasta nos la evangelizan y todo. Necesito a la Hna. Clara. Tengo que convencer a la Madre que libere a Clara de ese mandato y que la permita ayudarme en estas empresas. Y al obispado … bueno Señor, ya me darás la ideas. Señor, Señor, que semanita llevo. Bueno ya recogeré la mesa mañana, lo de las completas … hasta donde llegue pero ya en la cama.‖
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