Tras la Jornada Pro Orántibus en Vitoria Las 101 monjas de clausura de Vitoria y de la zona rural celebran el Jubileo de Estíbaliz
En Álava son 101 las monjas que desarrollan su actividad en 9 conventos. Hasta el pasado año también estaban los 3 monjes benedictinos que por cuestiones de edad y de falta de vocaciones en su comunidad tuvieron que marchar. Por este motivo, todas las personas de vida contemplativa en la actualidad en nuestra provincia son mujeres.
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Este lunes ha tenido lugar una celebración muy especial. Con motivo de la celebración ayer del Día Pro Orántibus, las religiosas de vida contemplativa se han reunido en el santuario de Estíbaliz para ganar el jubileo. Se da la circunstancia de que en cien años, esta es la primera jornada pro orántibus exclusivamente femenina en la Diócesis de Vitoria, al no participar los benedictinos, única comunidad de vida contemplativa masculina que estaba presente en la Diócesis, hasta su marcha este año.
Este 4 de junio la Iglesia celebraba la solemnidad de la Santísima Trinidad. Jornada que sirve para destacar de manera especial la figura de la vocación a través de la vida orante y para subrayar y agradecer a todas las mujeres y hombres que se dedican a la oración en las distintas órdenes de Vida Contemplativa. En España son 8.326 las monjas y monjes de clausura repartidos en 700 monasterios. En Álava son 101 las monjas que desarrollan su actividad en 9 conventos. Hasta el pasado año también estaban los 3 monjes benedictinos que por cuestiones de edad y de falta de vocaciones en su comunidad tuvieron que marchar. Por este motivo, todas las personas de vida contemplativa en la actualidad en nuestra provincia son mujeres.
Conscientes de la importante labor que realizan estas monjas, que de manera constante rezan por la Iglesia y por la sociedad, esta cita quiere además “poner en valor la esperanza que brota de su fe. Nadie como ellas cuidan tanto la oración y la celebración, la fraternidad y la reconciliación, la hospitalidad y la caridad, el trabajo y el descanso” ha señalado el obispo en la celebración.
Así, como todos los años, la Diócesis de Vitoria quiere agradecer de manera especial a la vida contemplativa en nuestra Iglesia local y por ello, este lunes, el Santuario de Estíbaliz ha acogido una amplia representación de las 101 monjas de clausura de Álava. De esta manera, todos los monasterios y conventos de nuestro territorio han estado presentes en esta celebración en la que las participantes, aprovechando el Año Jubilar, han podido ganar el jubileo y la indulgencia que ha otorgado el Papa a quien visite este lugar, se acerque al sacramento de la reconciliación, participa en misa y tenga obras de misericordia y caridad.
La jornada se ha iniciado con una acogida a todas las participantes por parte de las Peregrinas de la Eucaristía, custodias actuales de Estibaliz. Tras atravesar la Puerta Santa, ha tenido lugar la misa.. La eucaristía, presidida por el Obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, ha sido concelebrada también por el Vicario de Vida Consagrada de la Diócesis, Manuel Gómez Tavira. Durante la celebración han cantado las hermanas peregrinas y tras los actos religiosos han podido disfrutar de una comida fraterna en las mismas instalaciones del santuario.
Non solum sed etiam
Por si alguno tenía dudas del rostro femenino de la Iglesia la jornada de hoy nos muestra de forma patente que, si a la Iglesia la sostiene la oración, esta, fundamentalmente es femenina, y en Álava ahora exclusivamente femenina en lo que a conventos de vida contemplativa se refiere.
El camino sinodal y las decisiones del Papa Francisco están dado pasos para ese reconocimiento pleno del papel de la mujer en la Iglesia. Quizá estas mujeres que hoy se han reunido en Estíbaliz prefieran optar por mantenerse en el nivel que gozan en estos momentos, pero sin duda hay muchas mujeres pidiendo paso, y no solo para atravesar la puerta especiosa, en la Iglesia, en la Diócesis, y habrá que dárselo.
De momento gracias a todas estas mujeres que sostienen la diócesis con su oración y su servicio.
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