(José M. Vidal).- A baculazo limpio. Hay algunos obispos en España (muchos de ellos procedentes del clan de Toledo), capitaneados por Demetrio Fernández, actual titular de Córdoba, a los que les encanta el báculo. Pero no para apoyarse, sino para utilizarlo como arma arrojadiza. Para dar baculazos. Y monseñor Fernández es todo un experto en ese arte. Se suele liar a baculazo limpio con cualquiera que, desde su perspectiva tan cerrada, le huela lo más mínimo a heterodoxo. Aunque sólo lo sea en apariencia y en temas discutibles. Y le encanta especialmente ensañarse con homosexuales y teólogos. Por éstos últimos, siente una especial querencia. Primero lo intentó con Pagola y, ahora, va a por Faus. Y de paso, le arrea otro baculazo a todo un general de los Trinitarios y a su benemérita Orden.
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