20 aniversario de una santidad de las más cuestionadas en la historia de la Iglesia Escrivá de Balaguer: santo por "inspiración divina", canonización relámpago
"Hoy, día seis de octubre, se cumplen veinte años de la canonización de San José María Escrivá de Balaguer. Acto tan litúrgico fue presidido por el Papa Woytila, apoyado por cientos de miles de personas"
"A propósito de la conmemoración de los 20 años del 'ascenso a los altares', por parte de san Josémaría, tengo la seguridad de que a no pocos cristianos de a pie se les ocurrirá formular preguntas"
"¿Por qué tantas prisas en los procesos de beatificación y canonización hasta conseguir hacer del mismo la 'canonización relámpago'? ¿Por qué tan plagado de irregularidades canónicas en su ejecución? ¿Cuánto costó y cuál fue el precio a pagar íntegramente?"
"¿Llegará el día en el que el verbo 'descanonizar' se conjugue con todas sus consecuencias canónicas en el Santoral-Año Cristiano, sin excusas ni pretextos espurios, tal y como alguna vez aconteció en la historia de la Iglesia?"
"¿Por qué tantas prisas en los procesos de beatificación y canonización hasta conseguir hacer del mismo la 'canonización relámpago'? ¿Por qué tan plagado de irregularidades canónicas en su ejecución? ¿Cuánto costó y cuál fue el precio a pagar íntegramente?"
"¿Llegará el día en el que el verbo 'descanonizar' se conjugue con todas sus consecuencias canónicas en el Santoral-Año Cristiano, sin excusas ni pretextos espurios, tal y como alguna vez aconteció en la historia de la Iglesia?"
Mientras que para algunos, ya y también en la Iglesia, los tiempos corren demasiado de prisa y hasta desaforadamente, para otros lo hacen muy despacio, con lentitud y” solemnidad” y con serios riesgos de no llegar, o hacerlo a destiempo, como soluciones a los problemas de la sociedad en relación con Dios y el prójimo, sobre todo los más vulnerables y pobres.
Y el hecho es que, hoy, día seis de octubre, se cumplen veinte años de la canonización de San José María Escrivá de Balaguer, fundador del “Opus Dei”-“Obra de Dios” por antonomasia-, oficiada la ceremonia por Juan Pablo II, a quien se les adscribe la frase haberlo hecho “por intuición sobrenatural””, es decir, “con conocimiento claro, de una idea o de una realidad, sin necesidad de razonamientos”. Acto tan litúrgico fue presidido por el Papa Woytila, el 6 de octubre del año 2,202 y, en conformidad con lo referido por informadores religiosos, cronistas de alta sociedad eclesiástica “fue apoyado por cientos de miles de personas”.
De lo dicho, predicado y escrito a propósito de “acontecimiento eclesiástico tan relevante en la historia de la Iglesia”, entresaco algunos datos y comentarios, reflejándolos lo más posible “al pie de la letra”.
“Un tercio del episcopado mundial se hicieron de alguna manera presentes en la ceremonia. Del listado, retahíla- letanía de sus méritos santificantes, guardando el orden establecido en las fuentes consultadas, decido copiar el párrafo con el título de “Honores y distinciones” :
”Ordenación sacerdotal, marquesado de Peralta, doctor “honoris causa” de la Universidad de Zaragoza, hijo predilecto de Barbastro, hijo adoptivo de Pamplona y de Barcelona, “gran Cruz” de san Raimundo de Peñafort, de Alfonso X “El Sabio”, de Carlos III y de Beneficencia, y Caballero de Isabel la Católica, con mención canónica para el título de” Monseñor “conferido por el Romano Pontífice” . Corona el itinerario sobre la tierra su fallecimiento en Roma el año 1975 “tras sufrir un infarto repentino”, y su enterramiento en la Ciudad Eterna, en cuya lápida funeraria reza escuetamente la inscripción “EL PADRE”.
La santificación por el trabajo y el servicio a los demás fueron y siguen siendo eje y novedad de su ascética, concentrada de modo prevalente en su obra CAMINO, de la que se asegura que han sido editados cuatro millones y medio de ejemplares, en 43 idiomas.
Con el convencimiento de que la canonización de Mons. Escrivá y elevación a los altares de catedrales, parroquias, capillas, ermitas y lugares de culto, ha sido y posiblemente será una de las más cuestionadas en la historia de la Iglesia, es urgente reseñar que las discusiones sobre ella no hacen decrecer ni la condición ni el fervor de cristianos. El sentido y contenido del acto litúrgico, previo el proceso canónico, lo único que capacita al nuevo santo es a que su nombre y figura alcancen la categoría de poder ser venerados en público, como otros tantos ejemplos de vida y como mediadores ante Dios.
"¿Llegará el día en el que el verbo “descanonizar” se conjugue con todas sus consecuencias canónicas en el Santoral-Año Cristiano, sin excusas ni pretextos espurios, tal y como alguna vez aconteció en la historia de la Iglesia?"
A propósito de la conmemoración de los 20 años del “ascenso a los altares”, por parte de san Josémaría, tengo la seguridad de que a no pocos cristianos de a pie se les ocurrirá formular preguntas como estas:
¿Por qué tantas prisasen los procesos de beatificación y canonización hasta conseguir hacer del mismo la “canonización relámpago”? ¿Por qué tan plagado de irregularidades canónicas en su ejecución?¿Cuánto costó y cuál fue el precio a pagar íntegramente? ¿Quién o quienes pecharon con tales cantidades? ¿Acaso a los ricos les es más factible ascender a los altares que a los pobres, a no ser que a estos se lo facilite la vía del martirio? ¿Alcanzará a ser verdadera y efectiva la reforma del papa Francisco sobre la “Obra de Dios” y de sus seguidores, despojados todos ellos de privilegios poco o nada cristianos? ¿Llegará el día en el que el verbo “descanonizar” se conjugue con todas sus consecuencias canónicas en el Santoral-Año Cristiano, sin excusas ni pretextos espurios, tal y como alguna vez aconteció en la historia de la Iglesia?
¡Que Nuestra Señora la Virgen del Camino, nos coja a todos “confesados”, ¡AMÉN!
Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME
Etiquetas