"El celibato obligatorio es algo caduco y desfasado" MOCEOP, en apoyo del teólogo gallego Victorino Pérez Prieto

(Moceop).-Ha trascendido estos días la noticia de que el teólogo y sacerdote casado Victorino Pérez ha venido celebrando la Eucaristía. El obispado de Mondoñedo Ferrol ha reaccionado con una nota de prensa nada tolerante, comprensiva o dialogante con el interesado, sino amenazadora de imposición de penas canónicas.

Siempre hemos dicho que la mayoría de nosotros, curas casados "nos sentimos felizmente retornados al estado laical". Jesús de Nazareth no fue nunca un sacerdote, sino un laico. Él animó a sus discípulos a celebrar la fracción del pan y del vino en grupo, en comunidad. "Haced esto en memoria mía". "Porque allá donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allá estoy yo en medio de ellos".

Es triste que los obispos gallegos salten ahora ante este caso concreto, cuando ellos saben que en Galicia, en España, en Latinoamérica y en muchos otros lugares del Mundo somos miles y miles los sacerdotes que estamos viviendo un tipo de Iglesia en comunidades fraternas, de iguales, sin ningún tipo de clericalismo.

Lo vivimos especialmente en las comunidades de base y en movimientos renovadores de Iglesia. Aunque haya una desobediencia a normas disciplinarias concretas ( no a cuestiones de fe), hay una fidelidad a un servicio comunitario, a una eclesialidad abierta, servicial y evangélica y también a una comunión crítica con la Iglesia.

Llevamos muchos años viviendo así nuestra fe y queremos seguir viviéndolo, aunque a nuestros obispos no les guste. Más pronto que tarde, ellos y sobre todo el Papa, tendrán que comprender que la actual ley del celibato obligatorio para los clérigos es algo caduco y desfasado, que obedece más a una Iglesia de siglos pasados que a la del S. XXI.

Muchos obispos y cardenales lo han dicho en público y la mayoría lo reconoce en privado. Incluso Juan Pablo II llegó a reconocer a un grupo de periodistas que sabía que eso sería inevitable, pero que no quería que fuera durante su pontificado.

Los actuales escándalos de pederastia del clero en EEUU, Irlanda, Alemania, Holanda, Austria, Suiza... ( eso sí que debiera preocuparles) van a acelerar algo que está pidiendo a voces la opinión pública dentro y fuera de la Iglesia: que se modifique la ley del celibato y puedan coexistir en la Iglesia animadores de la Comunidad cristiana célibes y casados, hombres o mujeres, heterosexuales u homosexuales, siempre que demuestren una madurez en la fe y un compromiso serio con la comunidad, especialmente en la atención a los más desfavorecidos.

Desde aquí todo el apoyo para nuestro compañero Victorino, a su esposa y a su comunidad cristiana; y nuestros deseos de que pueda seguir viviendo su fe en su comunidad porque al fin y al cabo es toda la Comunidad la que celebra el Misterio de la Vida, Muerte y Resurrección de Jesús cuando están reunidos en su nombre.

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