Emotiva apertura de la segunda 'Puerta Santa' en la cárcel de Rebibbia Francisco lleva el Jubileo a la prisión: "Los 'peces gordos' tienen la astucia de quedarse fuera, y nosotros acompañamos a los presos"

El Papa golpea la 'Puerta Santa' de Rebibbia
El Papa golpea la 'Puerta Santa' de Rebibbia

"Que la apertura de esta Puerta Santa sea para todos una invitación a mirar el futuro con esperanza. Abramos nuestro corazón a la misericordia del Señor"

Francisco improvisó su homilía, pidiendo a los reclusos mantener la esperanza: "No pierdan esa esperanza, ese es el mensaje que quiero darles a todos, y a mí el primero"

"Muchos de estos no son peces gordos, los peces gordos tienen la astucia de quedarse fuera y nosotros tenemos que acompañar a los presos" señaló, posteriormente, en un diálogo con los periodistas

"Cuando el corazón se cierra, se convierte en una piedra, también en las situaciones difíciles"

"Estuve en la cárcel, y vinisteis a verme". El Papa Francisco quiso 'devolver' la visita a los presos del mundo en una emotiva apertura de la Puerta Santa en la cárdel de Rebibbia, la primera tras la inauguración del Año Jubilar la pasada Nochebuena en la basílica de San Pedro. Un acto sencillo, coincidiendo con la festividad de San Esteban, el primer mártir de la Iglesia católica, a aquellos que sufren encierro, recordándoles que "el perdón de Dios es para todos". 

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Con doce 'monaguillos' entre los reclusos de la cárcel (que el Papa ya visitó el pasado Jueves Santo), Bergoglio golpeó la puerta al llamado de "que el Dios de la esperanza esté con vosotros". "Que la apertura de esta Puerta Santa sea para todos una invitación a mirar el futuro con esperanza. Abramos nuestro corazón a la misericordia del Señor", señaló Francisco, quien explicó su deseo de que la segunda puerta santa abierta fuera en una cárcel.

Internos y personal de Rebibbia, juntos en la apertura de la Puerta Santa
Internos y personal de Rebibbia, juntos en la apertura de la Puerta Santa

"Quiero que todos tengamos la posibilidad de abrir las puertas del corazón, y comprender que la esperanza no defrauda"

"Quiero que todos tengamos la posibilidad de abrir las puertas del corazón, y comprender que la esperanza no defrauda", improvisó, pidiendo a un recluso y un funcionario de prisión que le acompañaran a traspasar la puerta jubilar. En pie, Francisco golpeó en tres ocasiones con el puño derecho, y la puerta se abrió (después se cerró, debido al intenso frío que entraba en la capilla). Bergoglio caminó hasta traspasar el umbral para, posteriormente, volver a sentarse en la silla de ruedas.

El Papa entró por la Puerta Santa de Rebibbia
El Papa entró por la Puerta Santa de Rebibbia

Tras la apertura de la Puerta Santa, Francisco compartió la Eucaristía con los habitantes de esta pequeña 'familia', en la que destacó la "lucha entre el odio y la esperanza" presente en la vida de todo ser humano. "Frente a la violencia y el mal, la esperanza tiene siempre la última palabra", proclamó el Papa, haciendo referencia el lema de este Jubileo, y saltándose la homilía que tenía preparada

En ancla de la esperanza

"Hoy, en esta cárcel, también nosotros abrimos una puerta. Es la puerta del Jubileo, de un acontecimiento que une a todos los cristianos en la alegría", recalcó Francisco. "Los corazones duros no ayudan a la gracia", improvisó, llamando a "abrir los corazones a la esperanza, que no defrauda jamás".

Misa en Rebibbia
Misa en Rebibbia

"Me gusta mucho pensar en la esperanza como el ancla que se tira desde el barco y, nosotros estamos seguros al fijarla. Nuestra esperanza es como en ancla, que está sobre la tierra. No pierdan esa esperanza, ese es el mensaje que quiero darles a todos, y a mí el primero. A veces la cuerda te daña las manos, pero siempre hay algo que te lleva ir hacia adelante. La mano en la cuerda, y las puertas abiertas", apuntó, a braccio. "Cuando el corazón se cierra, se convierte en una piedra, también en las situaciones difíciles".

"El corazón es eso que te hace hermano. Abrid las puertas del corazón. Cada uno sabe cómo hacerlo", prosiguió. "Hemos abierto esta puerta, que es una señal de la apertura de nuestro corazón. Os desseo un gran jubileo y mucha paz. Todos los días rezo por vosotros, de verdad, no es una forma de hablar. Por favor, vosotros, rezad por mí".

Misa jubilar en Rebibbia
Misa jubilar en Rebibbia

Al término de la ceremonia, y en conversación con periodistas, el Papa reflexionó sobre la homilía que no pronunció. "En el momento en que estaba preparado en extracto, a mi pregunta «¿qué importancia tenía para ti abrir la Puerta Santa en la cárcel?», aquí estaba la respuesta: «Tenemos que pensar que muchos de estos no son peces gordos, los peces gordos tienen la astucia de quedarse fuera y nosotros tenemos que acompañar a los presos. Y Jesús dice que en el Día del Juicio seremos juzgados por esto: Yo estaba en la cárcel y tú me visitaste»".

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