Sí, la recibí el otro día. Faltaban pocos días para el inicio de su fiesta. Y San Fermín me escribió una carta para toda la diócesis, para ti también, que paso a transcribirte literalmente:
“Queridos vecinos de Pamplona, queridos hermanos en la fe que peregrináis en nuestra ciudad. Os invito a no olvidar el origen y carácter religioso de mis fiestas patronales. San Saturnino evangelizó nuestra querida Pamplona y luego me bautizó a mí. Su predicación me llevó a abrazar la fe católica y amar a nuestra Iglesia. Fui enviado a predicar y evangelizar a la vecina Francia. Mi mensaje se vio enriquecido por diversos signos y milagros. No olvidéis estos orígenes. Que el ruido de la fiesta, que es alegre y divertido, no silencien la fuerza de la fe de estos días. Os pido vuestras oraciones. Dediquemos también tiempo al encuentro con el Señor. Estos días os estoy esperando para escuchar vuestra plegaría. Pamplona necesita de vuestra oración. Junto con San Francisco Javier queremos lo mejor para Pamplona y Navarra.
Estos días vamos a recibir a mucha gente de fuera. De otros países, que aunque vienen de fiesta, compartirán espacio y momentos con nosotros. Os pido que seamos acogedores, amables y receptivos. Pamplona siempre ha sido una ciudad hospitalaria y acogedora. Que quien nos visite se sienta en casa. Yo Fermín, vuestro santo y patrono, también salí de Pamplona. Tuve que dejar “casa, tierra, familia…” hasta llegar a Amiens. Sé mucho de ser acogido en tierra extraña, de conocer lugares y gentes nuevas, como ocurre en mis fiestas de San Fermín. Cultura e idiomas nuevos. Viví la experiencia de tener que preguntar, de tener que pedir opinión, de buscar orientación.
Os pido, queridos ciudadanos de Pamplona que seamos respetuosos y tolerantes. Que seamos abiertos con todos los que participan en nuestra fiesta. Igual durante el día que los que quieran descansar en la noche. Que respetemos creencias, procedencias, color de piel, opciones políticas. Todos tienen un sitio en nuestra ciudad. Agradezco y valoro el manifiesto emitido por el Ayuntamiento de Pamplona y firmado por todos los grupos políticos, como un servicio de respeto y sana convivencia. Estos días nos vamos a congregar mucha gente de diversa procedencia y es una oportunidad privilegiada para la tolerancia y la acogida. Disfrutar unas fiestas en paz es disfrutar doblemente de la fiesta. La apertura a nuevas culturas y nuevos países ha sido siempre una seña de identidad de nuestra ciudad de Pamplona.
Convencido de mi fe, los enemigos del evangelio no fueron respetuosos. Mi fama de predicación y los milagros que hice en mi predicación en Francia llegaron a oídos de los políticos gobernantes y les molestó. Me metieron en la cárcel. Sufrí el insulto y la privación de libertad. Llegaron a decir de mí “aparta a la ciudad de Amiens del culto y la religión de los dioses”, otra acusación que se inventaron fue “predica y enseña al pueblo que no existe otro Dios, ni otra virtud en la tierra sino el Señor de los cristianos, Jesucristo”. Esto supuso la muerte de forma violenta a través del martirio. Una entrega gozosa por ser testigo de la fe que creo y que quiero que Pamplona viva, especialmente estos días de nuestras fiestas.
Queridos hermanos y hermanas de Pamplona, que estos días vais a vivir mi fiesta de San Fermín. Disfrutad desde la fe, desde la fiesta y el ocio y desde el respeto y tolerancia evangélica”.