La marcha del obispo Domínguez en la 'cuna' del Instituto del Verbo Encarnado San Rafael, Argentina: Renuncia y contexto

La renuncia del obispo de la diócesis de San Rafael Carlos María Domínguez, agustino recoleto, aceptada por el Papa el 13 de febrero pasado causó sorpresa y por varias razones.

No solamente porque monseñor Domínguez estuvo sólo tres años en la diócesis, como administrador apostólico primero y como diocesano después en reemplazo de otro obispo renunciado por obedecer al Papa; o porque recién a finales de este año cumplirá los sesenta de edad; o porque decidió ausentarse casi subrepticiamente de la diócesis horas antes de que su renuncia se haga pública por el Vaticano.

Además de todo eso es necesario saber que la diócesis de San Rafael no es cualquiera en la Argentina: Es, entre otras cosas, el nido donde nació en 1984 el Instituto del Verbo Encarnado (IVE) y creció sin que nadie se atreviera a cuestionar nada de las iniciativas de su fundador, Carlos Miguel Buela –a la postre también fundador en 1988 de las hermanas Servidoras de Señor y la Virgen de Matará (SSVM)- que debía pasar sus últimos años recluido por comprobar el propio Vaticano su calidad de abusador sexual, de poder y de conciencia, aunque, como es lógico en alguien capaz de eso durante años, desobedeció impúdicamente el mandato para continuar gobernando y sobre todo administrando sin pudor a su adefesio desde las sombras.

Carlos Buela falleció en 2023 y sus hijos, lejos de acatar las medidas de la Iglesia Universal (a pesar de no solamente estar comisariados sino que además el Vaticano acaba de nombrar dos legados pontificios uno por cada rama) hoy lo endiosan como el más grande de los profetas. De hecho dicen sin que se les mueva un pelo de la vergüenza, que esta “persecución en su contra” fue anunciada por su fundador y que no hace más que confirmar su misión.

Cuál es esa misión, según ellos mismos expresan:

“Siendo dóciles al Espíritu Santo y con impronta mariana, obrar para enseñorear a Jesucristo obrando en las familias, la educación, los medios de comunicación, el mundo del pensamiento”, entre otros. La verdad es que suena muy bien.

La cuestión aparece cuando comienzan a verse los modos.

Verticalistas irreductibles; manipuladores de las conciencias con el cruel instrumento de la culpa, donde los de arriba deciden qué es lo que deben pensar los de abajo, desfigurando el concepto cristiano de obediencia; predicando que el único modo de ser iglesia verdadera es la anterior al Vaticano II con todo lo que eso significa; ritualistas al máximo, donde la forma pura es más importante que el sentido salvador de la encarnación, que si algo es, es concreta y personal; amantes de las sotanas y sobrepellices, de las manos juntas en posición orante, de la mirada baja para ser castos y no pecar con la vista, de la actitud soberbia de quien cree saberlo todo y por ende decir con escalofriante ysombría autoridad qué debe hacer cada quien; de ser amables y cercanos con quienes obedecen y aportan dinero y propiedades y completamente oscuros y despreciativos con aquellos que se atreven a cuestionarlos o aquellos que se atreven a dejar sus filas.

Y podrían escribirse muchas cosas más aún de las negativas.

¿Hay positivas? Por supuesto. Algunos de sus miembros en tierra de misión son verdaderos héroes, por ejemplo el padre Gabriel Romanelli, párroco de la única parroquia católica en Gaza.

Y alguno que otro, al parecer cuando están solos; sin ser una retroalimentaria máquina de la peor moral y de la obediencia más deshumanizante.

Son quienes aprendieron que enseñorear a Cristo es caminar y estar con las personas antes que con las estructuras.

Pero el factor más importante de estas instituciones es, como suele ocurrir siempre, el poder económico.

El IVE y sus monjas están por todo el mundo. La estrategia es entrar. Y una vez adentro apropiarse de los grupos primero, de las parroquias después hasta llegar a controlar las diócesis, es decir, a los obispos, o al menos hasta conseguir no ser molestados en sus procederes

El IVE y sus monjas están por todo el mundo. La estrategia es entrar. Y una vez adentro apropiarse de los grupos primero, de las parroquias después hasta llegar a controlar las diócesis, es decir, a los obispos, o al menos hasta conseguir no ser molestados en sus procederes.

Comienzan sus obras de misericordia invirtiendo y pidiendo, ambas cosas a la vez, arma que utilizan para aumentar el nivel de exigencia y autonomía, anulando y denostando las autoridades que se oponen o que no venden su voluntad a cambio de dinero.

Demoníaco.

Igual proceden con la captación de vocaciones: manipulan, ofrecen lo que aseguran es el verdadero modo de ser cristiano católico. Ante la primera señal de interés de los jóvenes -porque deben ser jóvenes y de familias de buen pasar, nunca pobres - complementan sin dudar con el argumento: “tenés vocación en nuestros Institutos, y si no te unís no solamente nunca vas a ser feliz sino que estarás siempre en pecado por no hacer la voluntad de Dios y te irás al infierno”.

Lo que no se manipula con la culpa será con el poder económico. Su herramienta preferida: la “sana doctrina”, que envenenan y llenan de mentiras y títulos universitarios, filosóficos y teológicos en lugar de iluminarla con el Evangelio.

Como sucede con el Sodalicio de Vida Cristiana ya extinguido por la Iglesia u otros muchos refugios como el también investigado Opus Dei: parecerían los mismos modos, mismos estilos, mismas millonarias cuentas bancarias legales y de las otras a lo largo y ancho del mundo.

Y que cuentan con cómplices comprados y muy bien pagados, incluso en la mismísima Curia Vaticana, avergonzando a la Iglesia de Cristo.

Este IVE desde aquel 1984 hasta estos tiempos se encargó no solamente de apoderarse de la diócesis de San Rafael sino de todo cuanto pudo

Este IVE desde aquel 1984 hasta estos tiempos se encargó no solamente de apoderarse de la diócesis de San Rafael sino de todo cuanto pudo.

De hecho el seminario mayor diocesano fue cerrado por el Vaticano, por no enseñar según la Iglesia manda, lo que junto a la medida de dar la comunión en la boca en plena pandemia le costó el ministerio al anterior obispo, monseñor Taussig, quien no sólo fue objeto de críticas y ataques fundados en la mentira sino hasta de agresiones físicas graves.

El IVE tiene sus propias casas de formación. También ellas son objeto de máxima atención tanto del comisario pontificio como de ambos Legados Pontificios, el obispo español de Teruel y Albarracín José Satué Huerto para el IVE y la hermana Clara Echarte para las hermanas de Matará, según dice el decreto firmado por la Prefecta Simona Brambilla y el subsecretario, el claretiano Aitor Jiménez, “fundados en la diócesis de San Rafael (Argentina) y con sede principal en la diócesis de Velletri-Segni (Italia)”.

El IVE tiene sus propias casas de formación. También ellas son objeto de máxima atención tanto del comisario pontificio como de ambos Legados Pontificios, el obispo español de Teruel y Albarracín José Satué Huerto para el IVE y la hermana Clara Echarte para las hermanas de Matará, según dice el decreto firmado por la Prefecta Simona Brambilla

Acerca de la o las causas de la renuncia del obispo Carlos Domínguez, él mismo adujo “cuestiones de índole personal”, agradeciéndole al Papa Francisco, admitiendo perplejidad por la sorpresa, dolor propio, agradeciendo, pidiendo perdón, solicitando y asegurando oración.

Que aunque la causa sea personal tiene relación con la estructura del IVE, algún posible acercamiento del obispo a ellos, la probable instrumentalización de ese acercamiento para impedir o al menos demorar los procesos de corrección exigidos por Roma, entre otros factores, nadie de quienes padecen la estructura alli, lo duda.

Si algo de eso es verdad, no será Domínguez el primer obispo que se cargan.

Por lo pronto en algunas páginas de internet y blogs ya se arriesgan factores que ameritan renuncias, como supuestas conductas impropias o proximidades inadecuadas.

Lo cierto es que la renuncia de un obispo en la diócesis de San Rafael no es solo una renuncia en una diócesis más.

De hecho, los más cercanos al ambiente clerical de San Rafael, consagrados y laicos que conocen las causas, han preferido el silencio. El peligroso silencio.

En Argentina todos lo sabemos aunque se elija no decir nada. Y en Roma también.

* Todo lo aquí afirmado sobre el IVE consta con sólo buscar la documentación oficial en internet y del conocimiento personal de esa diócesis y muchos de sus habitantes y sus experiencias eclesiales.