"Estilo evangelizador y principio de misericordia para cambiar la Iglesia" El papa Francisco, cómplice del resucitado Nazareno
"El papa Francisco fue nombrado Papa el 13 de marzo de 2013 … Pudimos ver cómo renunciaba a los zapatos rojos, a la moceta roja (se acabó el carnaval, dijo), a la cruz de oro, a vivir en el Palacio Apostólico vaticano y eligió la residencia de Santa Marta"
"En contraste con el tipo de Iglesia establecido por Gregorio VII en el siglo X, de clérigos y laicos, de estructura piramidal, el nuevo modelo del Vaticano II tiene su punto de gravitación en la comunidad, no en la jerarquía"
"Bajo la guía del papa Francisco, estamos retomando el espíritu y las pautas del concilio Vaticano II, que elimina toda relación de desigualdad entre personas"
"Para cambiar la Iglesia, le guían dos cosas: su estilo evangelizador y el principio de misericordia"
"Bajo la guía del papa Francisco, estamos retomando el espíritu y las pautas del concilio Vaticano II, que elimina toda relación de desigualdad entre personas"
"Para cambiar la Iglesia, le guían dos cosas: su estilo evangelizador y el principio de misericordia"
| Benjamín Forcano
"Hoy comenzamos camino obispo y pueblo para evangelizar"
El papa Francisco fue nombrado Papa el 13 de marzo de 2013.
Francisco Bergoglio, que tenía 77 años, llevaba una vida singular: Vivía no en el palacio episcopal de su diócesis, sino en un modesto apartamento; él se cocinaba la comida; había renunciado a su limusina y al chófer particular y utilizaba el transporte público.
Y hasta pudimos ver cómo renunciaba a los zapatos rojos, a la moceta roja (se acabó el carnaval, dijo), a la cruz de oro, a vivir en el Palacio Apostólico vaticano y eligió la residencia de Santa Marta.
Y desde el balcón de la gran plaza del Vaticano dijo: “Agradezco vuestra acogida. Vamos a comenzar, obispo y pueblo, este camino de la Iglesia de Roma, un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros.
Para el papa Francisco, lo primero era la soberanía del pueblo de Dios, pues todos somos iguales. Sólo así, la Iglesia podía ser “Iglesia de los pobres”.
Sin embargo, no faltaron quienes con enconado escepticismo mantenían que este Papa no haría nada nuevo.
Imagen de la Iglesia previa al Vaticano II
En el año 380, Teodosio declara la religión cristiana como religión oficial del Estado, obligatoria para todos.
Desde entonces, se produce una especie de “faraonización” del ministerio. Lo que era servicio se convierte en poder: indumentaria, insignias, títulos, etc.
Con Gregorio VII llega, hacia comienzos del siglo XI, el mayor giro respecto a la comprensión y organización de la Iglesia. Su estatuto constituyente se caracteriza por la desigualdad, sobre la base de dos géneros de cristianos: los clérigos y los laicos.
La desigualdad se despliega de arriba a abajo, en una visión piramidal con un vértice, que es el Papa y de él deriva el poder de los obispos y, más abajo, está el bajo clero.Por abajo de todo, está el estamento laical: vasallos, siervos de la gleba, gente menuda.
Esta estructura eclesiástica sería de derecho divino y, por tanto, inmutable.
La eclesiología del Vaticano II
En contraste con este tipo de Iglesia, el nuevo modelo del Vaticano II tiene su punto de gravitación en la comunidad, no en la jerarquía.
Desaparece la Iglesia como “sociedad de desiguales”. Jesús, por su sacerdocio, “se hace en todo semejante a sus hermanos”, pues Él, para ser sacerdote, no se retira al ámbito de lo sagrado, de los ritos, sino que accede a través del sufrimiento, precisamente por haber llevado el amor hasta el extremo.
Volver al Evangelio y reconstruir la Iglesia
Bajo la guía del papa Francisco, estamos retomando el espíritu y las pautas del concilio Vaticano II, que elimina toda relación de desigualdad entre personas.
El secreto del estilo del papa Francisco
Hay que buscarlo donde nadie imagina: en el poder. Porque nadie pensaba que el Papa Francisco iba a escapar al severo control de la burocracia vaticana.
Pero, Bergoglio venía observando y sabía mucho de ese drama. El hábito del poder no se quita sino con la muerte. Y ahora le tocaba a él lidiarlo.
Bergoglio llegó solo y seguía prácticamente solo. Nadie sabía a ciencia cierta quiénes formaban su equipo. Y, además, se extrañaban de cómo, sin aparentarlo, se enteraba de todo. Francisco es llano, habla con todos, despierta empatía, todos van a contarle sus cosas, todos lo quieren.
Para cambiar la Iglesia, le guían dos cosas: su estiloevangelizador y el principio de misericordia.
Anunciar el Evangelio
La misión de todos en la Iglesia es haberse prendado de Jesús de Nazaret. Pero hoy el principal desafíoes que Jesús no es conocido. Y si no es conocido, mal puede ser amado y seguido con gestos de servicio y acompañamiento a los más necesitados.
El principio de misericordia
Los narradores bíblicos nos cuentan cómo Dios escucha, ve los sufrimientos de su pueblo y decide bajar para liberarlo. Esta acción es la que revela a Dios tal como es y exige cómo debe ser una historia de justicia y con misericordia con los demás.
¡Dichosos los misericordiosos! Es lo más hondo del ser humano y lo que más lo asemeja a Jesús.
Los malos políticos lo son porque carecen de misericordia, al igual que el sacerdote y el levita –y una lista que cada uno puede completa– dan rodeos y no defienden al herido.
Los explotadores no toleran a quienes luchan contra ellos para que dejen de mentir y no sigan produciendo víctimas.
A nadie meten en la cárcel por hacer obras de misericordia, ni lo hubieran hecho con Jesús si no hubiera ido más allá. Pero lo seguirán haciendo con cuantos pongan al descubierto la mentira: subvierten los valores últimos sobre los que se apoya el sistema.
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