(Osservatore).- El documento preconciliar intitulado «La diáspora ortodoxa», según el orden del día del Santo y gran Concilio de la Iglesia ortodoxa, se discutió el martes 21 de junio por los diez primados y por los 154 obispos miembros de la asamblea conciliar.
La cuestión de la diáspora ha sido uno de los principales motivos del inicio del proceso preconciliar y figuraba también entre los primeros puestos de la agenda fijada para la conferencia panortodoxa de 1976. De hecho, las Iglesias ortodoxas en el siglo XX han tenido que hacer frente a las migraciones sin precedentes de sus feligreses.
A una gran oleada vinculada a la revolución rusa de 1917-1918 y a la guerra greco-turca de 1919-1922, le siguió una segunda oleada migratoria a partir d ellos años 90's, luego de la caída de los regímenes comunistas de Europa del este, así como también de la crisis de Oriente Medio.
Para responder a las necesidades pastorales de sus fieles, las Iglesias ortodoxas nombraron obispos y crearon diócesis fuera de su territorio tradicional. Esa situación llevó a la presencia en una misma ciudad de diversos obispos y a la superposición de las jurisdicciones, lo cual no es conforme a la eclesiología tradicional de la unidad del episcopado en un mismo lugar (canon 8 del Concilio de Nicea), y hiere al testimonio común de la ortodoxia.