Rojo sobre negro,
negro sobre rojo,
amor y dolor,
vida y muerte,
abrazo de Luna que nos salva.
Lágrimas y palabras de aliento,
silencio y acogida,
mirada clara, solícita.
La mar de fondo que sepulta anhelos y vidas,
la mar materna que regala sus olas y su brisa.
Los hijos del odio, del recelo, la calumnia,
el odio y el engaño quisieran
hacer desaparecer, quemar esta imagen,
pero ya alcanza miles de corazones
y se extiende como una mancha
de aceite virgen de humanidad.
Nos queda la profética palabra
y los brazos siempre abiertos
de la hospitalidad,
la ternura y la siempreviva
flor de la esperanza.