Anticipándose al despertar de la primavera
van llegando, entran, las miradas se besan,
los abrazos se alargan y enardecen el corazón,
disfrutando del placer de sentirse juntas, unidas.
Caminan entre comentarios, tarareos y confidencias,
las manos ascienden y recrean el azul de su cielo,
los pies comienzan a moverse, los cuerpos a danzar
una melodía inaudible para quien no sabe escuchar.
Inundan de colorido con tonos tan variados como ellas
dando intensidad a las hojas de hierba recién brotadas,
a las margaritas alzadas en su dignidad y belleza.
Como en un hermoso cuadro de Van Gogh
una emocionante llovizna de pétalos de almendros
las rocía de una nívea e indeleble sororidad compartida.
(Día de la Mujer - 8 de Marzo de 2022)