Algunos fuegos arden la vida
y quien se acerca, se enciende
(Eduardo Galeano)
CADA EXPERIENCIA ES UN FUEGO
Cada experiencia es un fuego
que nos arde cauteloso, sosegado.
Dentro de ti, de mí,
crepita un mismo fuego
cuyas silentes llamas convocan
a una existencia encendida.
Pero también nos asolan
las gélidas flamas del desaliento,
que abrasan como hielo.
Cada día se alzan llamaradas
que se animan y apaciguan,
y tenaces procuran reavivar
de nuevo las brasas veladas
bajo las cenizas del anhelo perdido.
Contemplamos absortos el fuego,
tantos destellos de oscuridad y fulgor,
sus ráfagas intangibles en la noche…
La presencia como un fuego:
la hoguera del encuentro.
Ascuas de fuego en todo
lo que palpita y vive.
Nacidos en el centro de una hoguera
y urgidos por su resplandor,
así nos conduce la vida
a cada despunte del alba,
prendiéndonos, de fuego en fuego.