Tenemos que ayudarnos unos a otros
a caminar con otro aliento vital.
Para salir de nuestros escondites ocultos,
para animarnos tras cada derrota,
para avivar la llama
que arde en nuestros corazones
y emprender juntos el sendero
que tendrán que seguir nuestros pasos,
para dar una nueva vida a todo
lo que está inanimado o marchito.
A recuperar la ilusión y los anhelos
siempre postergados.
Este es el momento, el kairós,
el tiempo oportuno.
Sería una lástima desperdiciar
esta oportunidad única.