Jubileo de la Merced: 800 años

Felicidades. Es año jubilar. Es día de júbilo hoy, por tanto, en esta fiesta de Ntra. Sra. de la Merced. Por ella, Esclava del Señor, nos ha llegado la Libertad, la Redención. Esclavitud que trae libertad es una paradoja que nos ayuda a profundizar en la vida y en la fe.

Como lo hiciéramos en enero en el Colegio de las Mercedarias, doy gracias a Dios por poder celebrar este don en la diócesis también hoy aquí reuniendo a la familia mercedaria con los Padres Mercedarios, el Colegio, la Cofradía, las otras Cofradía de la Semana Santa ferrolana y tantos amigos de la Merced en Ferrol.
Hay cuatro protagonistas de esta historia mercedaria que festejamos y compartimos hoy, que es historia profética y de redención. Es fácil adivinarlos.

El primer protagonista es Cristo Redentor, Jesucristo libertador. El que anuncia el Evangelio de la liberación a quienes viven en cada momento de la historia esclavos y oprimidos y, por supuesto, con riesgo de perder la fe en Dios y en el ser humano. Porque perder la fe en Dios fácilmente lleva a perderla en el hombre. Igual que creer en Dios implica creer con esperanza en la humanidad. Algunos están encarcelados o son privados de libertad por terceros. Otros se encarcelan a sí mismos y piden liberación. Otros más viven también encarcelados y, aunque no se han dado cuenta, manifiestan síntomas claros: vacío y desorientación interior, tristeza, desesperanza y soledad. Vidas que reclaman redención, para lo que Cristo nos invita a colaborar, como invitó a san Pedro Nolasco.

La segunda protagonista es Ntra. Sra. de la Merced, Ntra. Sra. de los Cautivos, que inspira vuestro carisma y obra. Ella es Madre de redentores y redimidos. Ella propicia que se extienda la misericordia del Redentor sobre liberadores y oprimidos. Como el discípulo amado, como Pedro Nolasco, llevamos en el corazón y en la mente, en nuestra casa, a María de la Merced. Ella nos garantiza la obra liberadora de Dios en medio de su pueblo y, especialmente, de los esclavos y oprimidos.

Contemplemos a la Madre de la Merced, a Ntra. Sra. de los Cautivos y encontraremos nuevos caminos para continuar la obra mercedaria en estos tiempos. Ella, discípula y misionera, testigo de consagración y entrega a Dios y a su pueblo, con humildad, disponibilidad y servicio, evoca el sacrificio y el don liberador de todos los redentores mercedarios de todos los tiempos y nos sigue inspirando ante la realidad presente que necesita conocer la Redención.

El tercer protagonista es san Pedro Nolasco, seguidor de Cristo Redentor e hijo de María. En su vocación tenéis el corazón y el tesoro de la Orden y de la Familia Mercedaria. Al servicio liberador de los cautivos es un infatigable e incondicional hijo de María de la Merced, discípulo misionero de Cristo Redentor. Bien llamado “el otro redentor”, toca las mazmorras de la esclavitud física y espiritual para encontrar a los desplazados, marginados, encarcelados, gentes necesitadas de la misericordia de Dios. El amor y la misericordia de Dios que había conocido fueron los mejores dones que pudo entregar para romper cadenas.

El cuarto protagonista es multitud. Se trata de cada uno de nosotros y de tantos como quieran cooperar en la obra de la Redención. Cada uno tenemos una llamada liberadora a la conversión que pasa por nuestro corazón para llegar a muchos. Es una llamada para buscar a todos los cautivos, en especial a quienes han llegado a las periferias de la cautividad, lo sepan o no. Una llamada que en Ferrol no solo tiene que llegar a la recogida solidaria de alimentos para los más cercanos, o ayudar a los presos de una cárcel de Camerún con el proyecto “Alimentar la esperanza”, proyectos loables. Esa llamada en Ferrol, en Camerún y en el mundo entero nos exige luchar por abrir espacios de libertad en Cristo libertador y en el Evangelio, libro de la libertad.

Como dice el Maestro General de la Orden y Familia Mercedaria en su mensaje de apertura del Año Jubilar, termino deseándoos que en Ferrol podáis profundizar y asimilar los tres caminos que recrean vuestra historia, carisma y espiritualidad redentora: el camino de la Verdad, el de la Belleza y el del Espíritu, entre los Misterios de la Creación, la Encarnación y la Redención. Sed todos vosotros constructores de la libertad de Cristo Redentor que María de la Merced, Ntra. Sra. de los Cautivos, inspiró a san Pedro Nolasco. Amén.

ORACIÓN JUBILAR LA MERCED: 800 AÑOS

Madre de la Merced,
que suscitaste en tu servidor Pedro Nolasco
el deseo de imitar a Cristo Redentor,
poniendo su vida al servicio de los más pobres
de entre los pobres, los cautivos;
al celebrar el Jubileo mercedario,
te pedimos que eleves nuestras oraciones al Padre,
fuente de misericordia,
para que seamos capaces de contemplar
la faz de tu Hijo en el rostro de los cautivos de hoy
y ofrezcamos, alegremente, llenos del Espíritu Santo,
nuestras vidas como moneda de rescate
por nuestros hermanos
que viven privados de libertad y sin esperanza
en las nuevas periferias de la cautividad.
Amén.


✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de Mondoñedo-Ferrol
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