El Papa no tiene "banquillo"
Y es que, en este momento, el Papa se encuentra rodeado de personas de bajo perfil, gente sin relieve en los dicasterios vaticanos. La Curia parece estar repleta de funcionarios grises y trepadores, pero de pocas cabezas pensantes. Y algunas de esas cabezas no son santo de la devoción del nuevo Papa. Por ejemplo, el cardenal Re no es de la cuerda de Benedicto XVI y, por lo tanto, parece descartado para suceder a Sodano en la Secretaría de Estado.
Sí parece estar llamado a jugar un papel importante otra de las escasa cabezas pensantes de la Curia, el cardenal alemán Kasper, al que sin duda le espera un dicasterio mucho má simportante que el de las Relaciones Interconfesionales que ocupa hoy. En cualquier caso, ante la falta de "banquillo" romano, el Papa tendrá que buscar fuera a hombres capaces y de su absoluta confianza. Y entre ellos podría estar el arzobispo de Toledo, monseñor Cañizares.
Lo que sí parece claro es que el Papa no sólo va a cambiar personas en la Curia, sino que, además, va a reestructurar diversos dicasterios. Para simplificar su funcionamiento. Por ejemplo, todo lo relacionado con el POntificio Consejo de Cultura pasaría a formar parte del dicasterio de Edycación. Seminarios podría pasar a Clero.
Otra incógnita es qué va a hacer el Papa con el cardenal López Trujillo, según todas las indiscrecciones del precónclave y del cónclave el gran "muñidor", junto al chileno Medina, de la campaña electoral del nuevo Papa. López, que en la actualidad dirige el Pontificio Consejo de la Familia, espera un dicasterio de relieve. ¿Dárselo no significa estar reconociendo su papel de "buscavotos" y, por lo tanto, la existencia de una cierta campaña electoral para elegir al Papa Ratzinger?