La corneta del Papa por la paz

Discursos, tuits, jornada de ayuno y oración, convocatoria de los embajadores acreditados ante la Santa Sede... Francisco toca la corneta con todas sus fuerzas por la paz. Quiere parar los tambores de guerra. No lo tendrá fácil, pero lo está intentando con toda la pasión de los pacíficos. Y la gente le responde. Tanto los de dentro como los de fuera. La Iglesia católica sigue a su pastor y los pueblos del mundo al Papa de la paz, revestido de una enorme autoridad moral.

Movimientos, Cáritas, organizaciones de fieles, diócesis, obispos de todo el mundo y de España (con Osoro y Rouco a la cabeza)están respondiendo a la movilización por la paz decretada por Francisco. Es una delicia comprobar cómo la Iglesia entera (todita ella)se coloca detrás del Obispo de Roma para rogar a Dios la paz y gritar al mundo (especialmente a Obama): "¡Nunca más la guerra!"

También se le han unido muchos políticos, empezando por Morales y Maduro. Y, sobre todo, muchos líderes de otras confesiones cristianas y, sobre todo, de otras religiones, empezando por el propio Islam. Será una primicia histórica ver al muftí de Siria rezando, junto al Papa, el próximo sábado en la Plaza de San Pedro.

Francisco se inserta en la cadena pacifista y pacificadora de sus predecesores. Todavía recordamos los gritos angustiados contra la guerra del Golfo de Juan Pablo II. Gritos que, en aquella ocasión, se estrellaron contra el belicismo de los Bush y de sus noecón.

¿Lo conseguirá, ahora, Francisco? ¿Hará retroceder en sus intentos bélicos a Obama, el Nobel de la Paz? En el empeño está poniendo todas sus fuerzas, su liderazgo moral ganado en apenas cinco meses. Un Papa acompañado por casi todo el mundo y, sobre todo por la fuerza de la oración, puede conseguir el milagro. Amén.

José Manuel Vidal
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