¿A qué modalidad de familia se dirige la evangelización?
El drama de muchos abuelos católicos
Son muchos los abuelos, (católicos, practicantes y en comunión eclesial) que se lamentan y se sienten fracasados al comprobar cómo alguno (o todos) de sus hijos o nietos viven alejados de la Iglesia, sin prácticas religiosas y hasta con la pérdida de la fe. La familia cristiana que ellos forjaron como padres es ahora, cuando ellos son abuelos, una familia “pagana” o indiferente, alejada o en conflicto con la Iglesia. Para profundizar en este drama-fracaso, analizamos diversos tipos de familias que completan la tipología humana. El artículo anterior expuso a la familia humana que vive con paz y amor o con tensiones y graves conflictos; a la familia protegida o desprotegida en sus derechos humanos. Completamos la tipología con: la familia de creyentes e indiferentes, la practicante y la familia alejada de la Iglesia, la que se mantiene fiel o sin comunión eclesial.
De este arco iris de familias surge el interrogante previo para responder a las preguntas del Papa para el Sínodo sobre la familia. El mensaje de la Iglesia es único pero ¿debe tener presente las diferentes modalidades de familias?
Familia de creyentes o de indiferentes
Otro de los grandes criterios para evaluar la comunidad familiar es la fe de sus integrantes bautizados. Frente al reducido número de familias que se declaran creyentes, se alza una mayoría absoluta, sobre todo en Occidente, que no lo es en todos sus miembros. Es la familia de miembros bautizados pero indiferentes o que rechazan la fe.
5-Familia de creyentes cristianos
Todos sus miembros se confiesan creyentes y respetuosos con la Iglesia. En la convivencia no existe conflicto alguno por motivos religiosos. Ahora bien, en España no llega ni al 15% de estas familias creyentes aunque más del 70% de sus miembros sí recibieron el bautismo y hasta la primera comunión.
Los abuelos de la familia creyente ven con satisfacción que sus hijos y nietos profesan la fe que ellos impartieron.
6-Familia de indiferentes o con miembros sin fe
Cuando los hijos eran niños o adolescentes, no existía problema por la fe en el grupo familiar. Todos, creyentes. Pero posteriormente, algunos de los hijos, como universitarios, profesionales o casados, se apartaron de la práctica religiosa y de la misma fe cristiana. Y no falta quien manifieste a sus padres su agnosticismo o simplemente que perdió la fe. El problema se agrava cuando los mismos padres, sin llegar al rechazo de la fe, viven en la indiferencia religiosa.
No creo exagerar si afirmo que en España, este grupo familiar dividido por la fe, supera al 80% de los bautizados que, después de los 20 años, confiesan su indiferencia religiosa o su rechazo de la fe. Algunos declaran su adhesión al agnosticismo o al ateísmo. Son muy críticos con la fe, con muchos valores del Evangelio, y, sobre todo, con la doctrina moral de la Iglesia. Viven bajo el influjo del secularismo, del subjetivismo o del permisivismo en moral. Me parece que esta modalidad de familia es el primer reto y el gran obstáculo para la evangelización. Es un problema gravísimo para la evangelización.
Los abuelos que conviven en esta modalidad de familia sufren al comprobar el fracaso de la educación que dieron o facilitaron a sus hijos. Y más cuando son rechazados porque plantean algún criterio o normativa sobre la fe cristiana.
Familia practicante o alejada de la Iglesia
La asistencia a los cultos religiosos (especialmente a la misa dominical), califica a las familias como practicantes o como alejadas de la Iglesia católica
7-Familia practicante
De ordinario, aunque no siempre, padres o hijos asisten a misa y mantienen alguna vinculación con su parroquia. En ocasiones, siguen las prácticas religiosas tradicionales. Y es frecuente que algún miembro, o varios, pertenezcan a las asociaciones apostólicas, de oración, o de algún tipo de caridad.
La abuela se distingue por sus muchas devociones y por asistencia diaria a la misa.
8-Familias católicas pero alejadas de la Iglesia.
Es comprensible que, en principio, las familias de indiferentes ante la fe, estén alejadas de la Iglesia: abuelos, padres e hijos no mantienen contacto con la parroquia. Como es cierto que algún miembro de esta modalidad de familia manifieste que, sí, es católico. pero no practicante, “no va a Misa”. Él vive por libre su fe y sus relaciones con Dios. Su presencia en la iglesia es por obligación social o tradicional. Tampoco es raro que en esta familia dividida por la práctica religiosa, la abuela o la madre asistan frecuentemente a Misa.
Los abuelos que siguen como practicantes, se consuelan porque sus hijos “son muy buenos y muy honrados”. Pero les duele la frialdad religiosa, sobre todo cuando recuerdan la práctica religiosa que impartieron, compartieron y facilitaron en colegios religiosos.
Familia fiel o sin comunión eclesial
La aceptación de la doctrina y normativa de la Iglesia caracteriza a la mayoría de las familias practicantes que son fieles y viven en comunión. Pero crece el número de miembros de familia que mantienen conflictos con la Iglesia y con la propia conciencia.
9-Familia fiel y en comunión
En esta modalidad de familia, abuelos, hijos y nietos han recibido el sacramento del bautismo, la confirmación y el matrimonio, aceptan la doctrina de la Iglesia sobre la vida moral en general, y en particular sobre la indisolubilidad y la vida sexual en el matrimonio. Es una familia fiel y en comunión.
10- Familias sin comunión eclesial
Les falta fidelidad-comunión eclesial a las parejas que deciden vivir sin el sacramento del matrimonio, matrimonios que no bautizan a los hijos; las parejas de divorciados vueltos a casar, y que se sienten fuera de la Iglesia por no poder comulgar. Con ignorancia, algunos afirman que están “excomulgados”. También viven con diferente problemática moral y eclesial quienes provocaron el aborto, rechazan la doctrina de la Iglesia sobre anticonceptivos. Problemática especial existe en los grupos familiares de homosexuales con hijos adoptivos.
Son muchos los abuelos, (católicos, practicantes y en comunión eclesial) que se lamentan y se sienten fracasados al comprobar cómo alguno (o todos) de sus hijos o nietos viven alejados de la Iglesia, sin prácticas religiosas y hasta con la pérdida de la fe. La familia cristiana que ellos forjaron como padres es ahora, cuando ellos son abuelos, una familia “pagana” o indiferente, alejada o en conflicto con la Iglesia. Para profundizar en este drama-fracaso, analizamos diversos tipos de familias que completan la tipología humana. El artículo anterior expuso a la familia humana que vive con paz y amor o con tensiones y graves conflictos; a la familia protegida o desprotegida en sus derechos humanos. Completamos la tipología con: la familia de creyentes e indiferentes, la practicante y la familia alejada de la Iglesia, la que se mantiene fiel o sin comunión eclesial.
De este arco iris de familias surge el interrogante previo para responder a las preguntas del Papa para el Sínodo sobre la familia. El mensaje de la Iglesia es único pero ¿debe tener presente las diferentes modalidades de familias?
Familia de creyentes o de indiferentes
Otro de los grandes criterios para evaluar la comunidad familiar es la fe de sus integrantes bautizados. Frente al reducido número de familias que se declaran creyentes, se alza una mayoría absoluta, sobre todo en Occidente, que no lo es en todos sus miembros. Es la familia de miembros bautizados pero indiferentes o que rechazan la fe.
5-Familia de creyentes cristianos
Todos sus miembros se confiesan creyentes y respetuosos con la Iglesia. En la convivencia no existe conflicto alguno por motivos religiosos. Ahora bien, en España no llega ni al 15% de estas familias creyentes aunque más del 70% de sus miembros sí recibieron el bautismo y hasta la primera comunión.
Los abuelos de la familia creyente ven con satisfacción que sus hijos y nietos profesan la fe que ellos impartieron.
6-Familia de indiferentes o con miembros sin fe
Cuando los hijos eran niños o adolescentes, no existía problema por la fe en el grupo familiar. Todos, creyentes. Pero posteriormente, algunos de los hijos, como universitarios, profesionales o casados, se apartaron de la práctica religiosa y de la misma fe cristiana. Y no falta quien manifieste a sus padres su agnosticismo o simplemente que perdió la fe. El problema se agrava cuando los mismos padres, sin llegar al rechazo de la fe, viven en la indiferencia religiosa.
No creo exagerar si afirmo que en España, este grupo familiar dividido por la fe, supera al 80% de los bautizados que, después de los 20 años, confiesan su indiferencia religiosa o su rechazo de la fe. Algunos declaran su adhesión al agnosticismo o al ateísmo. Son muy críticos con la fe, con muchos valores del Evangelio, y, sobre todo, con la doctrina moral de la Iglesia. Viven bajo el influjo del secularismo, del subjetivismo o del permisivismo en moral. Me parece que esta modalidad de familia es el primer reto y el gran obstáculo para la evangelización. Es un problema gravísimo para la evangelización.
Los abuelos que conviven en esta modalidad de familia sufren al comprobar el fracaso de la educación que dieron o facilitaron a sus hijos. Y más cuando son rechazados porque plantean algún criterio o normativa sobre la fe cristiana.
Familia practicante o alejada de la Iglesia
La asistencia a los cultos religiosos (especialmente a la misa dominical), califica a las familias como practicantes o como alejadas de la Iglesia católica
7-Familia practicante
De ordinario, aunque no siempre, padres o hijos asisten a misa y mantienen alguna vinculación con su parroquia. En ocasiones, siguen las prácticas religiosas tradicionales. Y es frecuente que algún miembro, o varios, pertenezcan a las asociaciones apostólicas, de oración, o de algún tipo de caridad.
La abuela se distingue por sus muchas devociones y por asistencia diaria a la misa.
8-Familias católicas pero alejadas de la Iglesia.
Es comprensible que, en principio, las familias de indiferentes ante la fe, estén alejadas de la Iglesia: abuelos, padres e hijos no mantienen contacto con la parroquia. Como es cierto que algún miembro de esta modalidad de familia manifieste que, sí, es católico. pero no practicante, “no va a Misa”. Él vive por libre su fe y sus relaciones con Dios. Su presencia en la iglesia es por obligación social o tradicional. Tampoco es raro que en esta familia dividida por la práctica religiosa, la abuela o la madre asistan frecuentemente a Misa.
Los abuelos que siguen como practicantes, se consuelan porque sus hijos “son muy buenos y muy honrados”. Pero les duele la frialdad religiosa, sobre todo cuando recuerdan la práctica religiosa que impartieron, compartieron y facilitaron en colegios religiosos.
Familia fiel o sin comunión eclesial
La aceptación de la doctrina y normativa de la Iglesia caracteriza a la mayoría de las familias practicantes que son fieles y viven en comunión. Pero crece el número de miembros de familia que mantienen conflictos con la Iglesia y con la propia conciencia.
9-Familia fiel y en comunión
En esta modalidad de familia, abuelos, hijos y nietos han recibido el sacramento del bautismo, la confirmación y el matrimonio, aceptan la doctrina de la Iglesia sobre la vida moral en general, y en particular sobre la indisolubilidad y la vida sexual en el matrimonio. Es una familia fiel y en comunión.
10- Familias sin comunión eclesial
Les falta fidelidad-comunión eclesial a las parejas que deciden vivir sin el sacramento del matrimonio, matrimonios que no bautizan a los hijos; las parejas de divorciados vueltos a casar, y que se sienten fuera de la Iglesia por no poder comulgar. Con ignorancia, algunos afirman que están “excomulgados”. También viven con diferente problemática moral y eclesial quienes provocaron el aborto, rechazan la doctrina de la Iglesia sobre anticonceptivos. Problemática especial existe en los grupos familiares de homosexuales con hijos adoptivos.