“Cáritas es la caricia de la Iglesia a su pueblo”. En medio del miedo, la rabia, la impotencia y la frustración que viven en estos momentos los habitantes de La Palma, la frase del Papa Francisco sirve de aliento y ejemplifica la labor que viene desarrollando Cáritas Diocesana de Tenerife ante la emergencia provocada por el fenómeno vulcanológico que está afectando estos días a la Isla Bonita.
Porque Cáritas, a pesar de estar sufriendo en sus propias carnes los devastadores efectos de la erupción, no ha dejado de acompañar tanto a los damnificados directos como a los numerosos colectivos afectados por una tragedia cuyas consecuencias reales todavía están por cuantificar.
Lila, Nieves Mari, Ana, Lourdes, Melania, Fran, Josua o Samuel son algunos de estos héroes anónimos de nuestra Institución, quienes a pesar de estar directamente afectados por la crisis volcánica, han seguido desarrollando su labor de voluntariado y técnica para mantener los servicios que se venían prestando y para intentar responder a las muchas demandas planteadas por las familias que han perdido sus viviendas, o aquellas que aun hoy viven con la incertidumbre de no saber si podrán regresar a sus casas.
El papel del voluntariado y del clero
Junto al voluntariado y al equipo técnico de Cáritas Diocesana de Tenerife, merecen un especial reconocimiento sacerdotes como Alberto, Domingo o Jorge, cuya implicación con sus comunidades parroquiales ha ido más allá del mero contacto en la misa semanal. Bajo una lluvia de cenizas y con el frente de la colada volcánica a apenas unos metros, Alberto, por ejemplo, rescató con la ayuda de algún feligrés, el Santísimo, el sagrario y alguna reliquia más de la iglesia de San Pío X de Todoque, la parroquia que días más tarde fue portada en todos los medios tras ser engullida por la lava.
“El edificio se perdió, pero lo importante es la gente, la comunidad, que seguro saldrá adelante a pesar de las dificultades que se van a presentar”, decía un emocionado Alberto durante el encuentro que mantenían estos días los agentes de Cáritas en La Palma con el presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón.
Como un símbolo del desastre y la devastación que vive estos días la Isla, la parroquia de Todoque también marcará la necesaria reconstrucción de La Palma, que tardará años en recuperarse de esta tragedia. En ese proceso, en esa carrera de fondo en la que tendrán que implicarse todas las administraciones públicas y la propia ciudadanía, estará Cáritas Diocesana de Tenerife acompañando a los damnificados y, especialmente, a los más vulnerables. Porque, como nos recuerda el Santo Padre, “una Iglesia sin la caridad no existe. Y Cáritas es el amor de esa Madre Iglesia que se acerca, que acaricia y ama a su pueblo”.
Manuel Bretón valoró la oportunidad de estar cerca de la gente que lo está pasando mal en estos momentos y de tantas personas comprometidas con la labor solidaria de la Iglesia. “Los sacerdotes de la zona están llevando a cabo un acompañamiento muy necesario. Alberto Hernández y Domingo Guerra están pasando unos momentos durísimos, pero siguen ahí, arrimando el hombro. Entre todos, vamos a hacer lo posible para que La Palma sea lo que ha sido siempre, la Isla Bonita llena de felicidad, y que los palmeros estén satisfechos por su trabajo”.
Caritas está donde tiene que estar y donde ha estado siempre, pero sí es verdad que se nos amontonan las circunstancias adversas. Este año ha sido tremendo. Empezamos con el terremoto de Haití, luego vino el fuego de Málaga, los problemas de Ceuta y ahora esta terrible erupción
Bretón reconoció que este año ha sido especialmente duro para la institución. “Caritas está donde tiene que estar y donde ha estado siempre, pero sí es verdad que se nos amontonan las circunstancias adversas. Este año ha sido tremendo. Empezamos con el terremoto de Haití, luego vino el fuego de Málaga, los problemas de Ceuta y ahora esta terrible erupción”.
Esperanza y ayuda
En este sentido, Bretón expresó que solo nos queda agarrarnos a la esperanza. “Me ha impresionado como los voluntarios, a pesar de estar sin capacidad de respuesta, desbordados, siguen estando unidos y trabajando sin descanso. Esa unión es muy positiva porque debemos ser conscientes de que el camino va ser largo”.
Como hemos venido informando, Cáritas Diocesana de Tenerife ha lanzado una campaña para canalizar el apoyo y la solidaridad ciudadanas con la población de la isla de La Palma, damnificada por los efectos del severo fenómeno vulcanológico que seguimos padeciendo.
Con ese fin, la entidad ha habilitado la cuenta corrienteES02 2100 6722 6122 0073 3169 para canalizar la ayuda de emergencia a las personas afectadas por esta catástrofe natural a la que se enfrentan nuestros hermanos y hermanas de la Isla Bonita.
De igual modo, también se pueden realizar aportaciones a través del código 03762 del sistema BIZUM, la aplicación bancaria que podemos descargar en nuestros teléfonos móviles.
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