Desayuno de Fraternidad de la institución, que promueve actividades educativas, sociales y formativas en todo el mundo Fundación Chávarri presenta sus proyectos por el Bien Común

¿Se puede apostar por el Bien Común en una sociedad que cada vez parece más egoísta, más cerrada en sí misma, más insensible? Muchos pensamos que sí, y otros, que también lo piensan, trabajan para hacerlo posible. Es el caso de la Fundación Chávarri para el Bien Común, que esta mañana se ha rodeado de amigos, colaboradores y organizaciones en un Desayuno de Fraternidad donde se han puesto rostro, y esperanzas, a la ilusión de crear un mundo nuevo.

Proyectos de café solidario en Honduras, trabajo por la educación, la promoción humana y social, el voluntariado, la cooperación entre instituciones, son algunos de los ejes de la Fundación, tal y como resaltó durante su presentación el vicepresidente, David López Royo. “Queremos compartir un poquito la vida con todos vosotros”.

“La esperanza se construye confiando en las personas. Cada proyecto que realizamos supone un pilar para este fin. La misión es el marco que nos posibilita crecer juntos. La esperanza es por tanto CREER que de manera conjunta podemos ayudar a transformar la realidad. CREEMOS en mayúsculas porque nuestra fuerza se fundamenta en la FE”

, es el leit motiv de la Fundación.

Cooperación y dignificación

Representantes de congregaciones religiosas, instituciones sociales y tejido empresarial se dieron cita en Madrid para compartir ilusiones y “trasladar la alegría y el gozo a acciones concretas”, como subrayó López Royo. “Si aportamos nuestro granito de arena, podemos hacer una montaña, pese a las dificultades”, recalcó.

La Fundación trabaja apoyando proyectos de instituciones de la Iglesia católica y entidades sociales, con la cooperación y la dignificación de las personas como elementos indiscutibles. No se escatiman medios, ni se impone a los beneficiarios a qué debe ir la ayuda. En un proceso de ida y vuelta, en el que todas las partes se implican. Esto es el Bien Común.

Uno de los ejemplos es el proyecto de café, que la Fundación Chávarri apoya junto a Cáritas Honduras. Su director, el padre Cálix, mostró a los asistentes la realidad de pobreza y violencia que vive el país, pero también las puertas abiertas a la “esperanza, el gozo, la alegría y el compromiso” que se abren gracias a la ayuda de la Fundación.

Semillas de ilusión

“Todos tenemos una oportunidad para alcanzar una vida más digna. El problema es enorme, pero si empezamos a sembrar semillas de ilusión, recogeremos alegría y esperanza”, subrayó el padre Cálix, quien recordó que Honduras es el sexto productor de café del mundo, pese a la bajada de los precios y los históricos problemas de comercialización del sector. Ahora, gracias a “manos amigas” como la Fundación Chávarri, se va a lograr desarrollar un proyecto que llevará un tercio del beneficio directamente a Honduras, fundamentalmente a través de Cáritas.

“Tenemos que ser altavoz de todo esto”, destacó David López Royo, que en las próximas semanas comandará un viaje de trabajo de la Fundación para conocer más de cerca el impacto de las primeras medidas sobre el terreno. “Esperamos que sea un proyecto de referencia. Necesitamos a las instituciones de Iglesia, sociales... aunque colaboremos con vosotros en los campos específicos, os podáis sentir familia, parte de este proyecto”, apuntó el vicepresidente.

¿El futuro? No está escrito. Dependerá del vínculo que pueda crearse entre empresa y sociedad. “Las empresas tienen voluntad, pero lo que necesitan son proyectos creíbles a los que vincularse. Tenemos esa gran oportunidad. Me gustaría que a la vuelta de 3 ó 4 años éste fuera un proyecto consolidado”, soñó David López Royo.

Todos somos protagonistas

“Desde la Fundación pretendemos un canal de intentar generar una riqueza necesaria, pero con el calificativo 'social'. Todos somos protagonistas de esta historia. A veces nos quejamos de los políticos y de mucha gente, pero tenemos que participar y responsabilizarnos” concluyó el 'alma mater' de la institución.