Decenas de parroquias y miles de católicos trabajan por la acogida y promoción de refugiados y migrantes en España La Iglesia que acoge, contra los muros 'cristianos' de Vox
Frente a los sectores más ultraconservadores, vinculados a HazteOir y el partido de Abascal, que vinculan la migración con la delincuencia, son muchos los cristianos que abren sus puertas. Hasta la Conferencia Episcopal ha exigido al Gobierno el cierre de los CIE
“Un cristiano no puede ser racista”, denuncia José Luis Pinilla, responsable de Migraciones de la Conferencia Episcopal
La diócesis de Madrid organiza una marcha este sábado para reclamar un pacto nacional de inmigración, y el Papa Francisco presidirá una misa en San Pedro para todos los refugiados del mundo este domingo
La diócesis de Madrid organiza una marcha este sábado para reclamar un pacto nacional de inmigración, y el Papa Francisco presidirá una misa en San Pedro para todos los refugiados del mundo este domingo
“Si el propio Papa va a Lampedusa y a Lesbos, y en su avión se lleva a docenas de refugiados a Roma, ¿cómo no lo voy a hacer yo?”. Lucas es voluntario en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Madrid, una de las primeras en acoger inmigrantes y refugiados, siguiendo el llamado de Francisco, quien en septiembre de 2015 llamó a todas las parroquias de Europa a acoger, al menos, a una familia de refugiados.
Teniendo en cuenta que en España tenemos 22.000 parroquias, estaríamos hablando de unas cien mil personas acogidas. Sin embargo, la cifra es mucho menor. Y es que no todos los católicos españoles están de acuerdo con la tesis del Papa de acoger a los que buscan refugio, basada en los Evangelios de Jesús: “Fui forastero y me acogisteis”. De hecho, los grupos que, durante décadas, se han arrogado la condición de católicos en nuestro país (Kikos, Opus Dei, Legionarios de Cristo...), y que hoy sacan la cara en público a través de plataformas como HazteOir y, en política, en el discurso xenófobo y excluyente de Vox, han vuelto a alentar los fantasmas de una migración que quita trabajo 'a los de aquí', vinculada a la delincuencia y que amenaza con romper la cultura cristiana.
Solidaridad vs catolicismo de trinchera
Y es que la formación verde hace gala de su catolicismo de trinchera, y se postula como última barrera frente a la nueva invasión extranjera, como adujo el propio Abascal esta semana durante un encuentro con el ex ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, que no dudaba en besar rosarios mientras acusaba de irresponsabilidad al Papa Francisco por pedir a las autoridades italianas que abrieran sus puertos a los barcos de rescate.
El último encontronazo se vio hace apenas una semana, cuando el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, mostraba su oposición a la propuesta del partido de Santiago Abascal de construir muros de hormigón en la frontera sur - “el mundo no se arregla levantando muros”-. La respuesta, de la boca del secretario general de la organización, Javier Ortega Smith, no se hizo esperar: “la seguridad de las fronteras no es competencia ni del Arzobispado, ni de la Iglesia católica, ni de ninguna iglesia, sino que es competencia del Estado. Que el Vaticano o el cardenal, si quieren, abran las puertas del Vaticano a toda la inmigración ilegal que crea conveniente”.
Se trata de humanidad
Más allá de estos exabruptos, lo cierto es que en España hay una Iglesia que acoge al inmigrante y refugiado. “No se trata de migrantes, se trata de humanidad, se trata de personas”, resalta el secretario de la comisión episcopal de migraciones, José Luis Pinilla, con motivo de la celebración de la Jornada Mundial del Refugiado, que se celebra este domingo. “Son muchas las parroquias que, en toda España, han acogido migrantes. Trabajamos con ellos en la llegada, su inclusión laboral y la educativa de sus hijos, no les dejamos tirados en una cuneta”, resalta el jesuita. “Un cristiano no puede ser racista”.
Ya durante la famosa crisis del Aquarius, la mayor parte de los acogidos por el Gobierno español fueron acogidos por instituciones de la Iglesia, especialmente por Cáritas y el Arzobispado de Valencia, que abrió una Mesa de la Hospitalidad. Y es que, más allá de los ultracatólicos, incluso entre la jerarquía más conservadora (como podrían serlo el cardenal de Valencia, Antonio Cañizares; o el obispo de Cádiz, Rafael Zornoza), la acogida con los migrantes han calado, y mucho, entre los católicos españoles.
Desde que comenzó la crisis de refugiados en Europa en 2015, han sido muchas las parroquias, ONG e instituciones de la Iglesia católica en España que se han movilizado para acoger a inmigrantes, abriendo sus puertas o buscando viviendas cedidas por congregaciones religiosas. Así, instituciones como la ONG Pueblos Unidos o, a nivel estatal, la red Migrantes con Derechos (formada por la Conferencia de Religiosos -Confer-, la Comisión de Migraciones, Cáritas o Justicia y Paz) han lanzado programas de acogida integral a todos los que llegan huyendo de la guerra o buscando un futuro mejor para los suyos. Esta misma semana, con motivo de la jornada de este domingo, los obispos españoles han reclamado al Gobierno gestos claros de hospitalidad para con los refugiados y, especialmente, el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros, los tristemente conocidos CIEs.
Encontrar respuestas y futuro
Este verano hubo un momento de crisis, con una importante llegada de familias de refugiados a Madrid, sin que Ayuntamiento o Comunidad supieran dar una respuesta. Durante semanas, parroquias como San Carlos Borromeo en Entrevías, Nuestra Señora de la Paz o la iglesia de San Antón -abierta 24 horas por el padre Ángel, de Mensajeros de la Paz- vieron ocupados sus bancos por docenas de personas. “No se trata solo de acoger, se trata de encontrar respuestas y un futuro. No podemos dar solo pan y cama, aunque también hay que hacerlo”, subraya el padre Ángel.
Javier Baeza, por su parte, trabaja desde la 'iglesia roja' de Entrevías desde hace años por tratar con la dignidad que se merecen a los que llegan a nuestro país. “En verano tuvimos un pico, pero en invierno llegamos a acoger a 139 personas a las que nadie atendía. Muchos de ellos tienen la solicitud de asilo registrada, y deberían tener la protección del Estado, pero no hay plazas suficientes en los centros públicos”.
Una de las primeras respuestas a la petición del Papa Francisco vino del cardenal Osoro, que creó en Madrid la Mesa de la Hospitalidad, un órgano que busca dar una respuesta “conjunta y coordinada” a la crisis de refugiados en Europa. “Hay bastantes parroquias involucradas, pero tenemos que avanzar”, señalaba el delegado de Migraciones de Madrid, Rufino García.
Un plan nacional de inmigración
El responsable de esta Mesa es el obispo auxiliar de Madrid, José Cobo, quien reflexiona sobre el fenómeno y la responsabilidad de los cristianos. “La migración de la que hablamos viene pareja a la desigualdad, a la desforestación, a tantas guerras abiertas, o la gestión de los recursos del planeta. Y produce lo que el Papa llama la globalización de la indiferencia. Donde muchas veces se culpa a las víctimas o se les descarta, por el hecho de ser empobrecidos”.
“Damos gracias por este camino en el que algunas parroquias de Madrid recorren al movilizarse para que haya siempre, al menos, una parroquia de guardia en la acogida a migrantes y refugiados, como una llama de amor encendida noche y día”, resaltó el prelado, quien añade que “queda mucho por caminar”. Así, el obispo urgen a “un plan nacional de inmigración que desarrolle los pactos globales y que permita acoger, proteger, promover e integrar”.
Marcha por los derechos de todos
Esta es la petición en la que se basa la concentración que, organizada por el Arzobispado de Madrid, se celebra hoy en el centro de Madrid. Cáritas y la Vicaría de Desarrollo Humano Integral e Innovacón de la diócesis de Madrid han convocado una “marcha diocesana” que saldrá de la explanada de la catedral de La Almudena a las diez de la mañana y que concluirá en la basílica del Cristo de Medinaceli, a pocos pasos del Congreso. En un principio estaba prevista que la concentración acabara en la Carrera de San Jerónimo, pero la disolución de las Cortes frenó la idea.
La marcha se llevará a cabo en otras ciudades europeas, siguiendo la campaña 'Save the Journey' (Compartiendo el Viaje), organizada por Cáritas Internationalis, y tendrá su punto culminante el domingo, a las 10,30, cuando el Papa Francisco presida una Eucaristía, en la plaza de San Pedro, por todos los refugiados y migrantes del mundo.