Desde Mensajeros de la Paz, y en nombre de nuestro presidente, el padre Ángel García Rodríguez, queremos expresar nuestro más profundo pesar por la partida de la hermana Viqui Molins, una mujer extraordinaria que dedicó su vida a los más vulnerables.
El padre Ángel y Viqui compartieron una gran amistad, que comenzó con su compromiso común de ayudar a quienes más lo necesitan. Su inspiración fue fundamental para convertir las iglesias de San Antón y Santa Anna en auténticos refugios para personas sin hogar, dando vida a los hospitales de campaña que hoy son símbolo de esperanza.
En 2017, su visión compartida quedó reflejada en el libro "Dios en la calle" , una obra en formato epistolar que recopila las cartas que intercambiaron de su compromiso con los últimos y de su creencia en una Iglesia abierta, acogedora y al servicio de los demás.
El Padre Ángel se une en oración y gratitud por su vida y legado: "Su ejemplo seguirá iluminando nuestra vida y nuestro trabajo y el de quienes continúan su labor de amor y entrega con los más pobres. Descansa en paz, querida Viqui."