Entrevista con José María Bermejo, presidente del Congreso de Bioética celebrado en Madrid "La aportación de San Juan de Dios en España a la asistencia desde la bioética ha sido patente y potente"

El hermano José María Bermejo
El hermano José María Bermejo

"Tengo que afirmar que ha merecido la pena convocar a los colaboradores y profesionales de la Orden de San Juan de Dios en España en un nuevo congreso para debatir sobre la Bioética en nuestra tarea asistencial al servicio de la Iglesia y de la sociedad desde el carisma de la hospitalidad, en una sociedad tan plural y compleja"

"Las manifestaciones de los participantes, hasta ahora y en caliente, a falta de analizar de manera pormenorizada los resultados de la encuesta que hemos enviado a los participantes, me atrevo a decir que han sido de un gran nivel de satisfacción, por la buena organización del evento, los contenidos y pluralidad de las ponencias y comunicaciones, su gran nivel científico, la implicación de los congresistas, la seriedad de las discusiones"

"Me atrevo a decir que han sido de un gran nivel de satisfacción". El hermano José María Bermejo de Frutos, presidente del Congreso de Bioética que, organizado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, se ha celebrado del 1 al 3 de octubre en Madrid, valora en entrevista con Religión Digital los ecos que ha dejado ese evento, que no es el primero, ni será el último de una institución que está entre las pioneras en España en cuanto a la reflexión bioética.

"La Orden está haciendo un gran esfuerzo para situar a los profesionales y equipos directivos en 'modo debate bioético'", señala Bermejo. "El carisma nos reta a estar en un continuo proceso de reflexión, pero también de saber cómo aterrizar las conclusiones de este congreso y del anterior, así como de otras jornadas, simposios y encuentros bioéticos, tanto a nivel de centros y dispositivos para llevar a la práctica los objetivos de la bioética".

La próxima cita será en 2025, con un nuevo congreso que, de entrada, viene ya con una novedad, pues, como apunta Bermejo, "hemos decidido organizarlo conjuntamente con la congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús", una institución “hermana” con la que unirán sinergias y en modo sinodal.

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La organización de un primer congreso siempre es un reto, y en una materia tan sensible como la de la bioética, imagino que sube el nivel de la responsabilidad. Una vez clausurado, ¿qué primer balance hace?

Tengo que afirmar que ha merecido la pena convocar a los colaboradores y profesionales de la Orden de San Juan de Dios en España en un nuevo congreso para debatir sobre la Bioética en nuestra tarea asistencial al servicio de la Iglesia y de la sociedad desde el carisma de la hospitalidad, en una sociedad tan plural y compleja.

La bioética, como disciplina que es, nos invita a sentarnos en una mesa de diálogo, debate y propuestas con otros agentes sociales y administraciones públicas y privadas para ofrecer nuestro estilo y carisma a los que colaboran con nosotros en las tareas hospitalarias y de atención sociosanitaria, a lo largo de la geografía española, en los 80 centros que disponemos.

¿Con qué impresión cree que se han quedado los de alrededor de 400 inscritos que han participado, ya de manera presencial, ya online, en estas tres jornadas?

Las manifestaciones de los participantes, hasta ahora y en caliente, a falta de analizar de manera pormenorizada los resultados de la encuesta que hemos enviado a los participantes, me atrevo a decir que han sido de un gran nivel de satisfacción, por la buena organización del evento, los contenidos y pluralidad de las ponencias y comunicaciones, su gran nivel científico, la implicación de los congresistas, la seriedad de las discusiones.

José María Bermejo, presidente del I Congreso de Bioética
José María Bermejo, presidente del I Congreso de Bioética

Ahora viene la fase de consolidación de lo debatido y reflexionado y su puesta en práctica en los ámbitos en los que opera San Juan de Dios, pero, ¿hay algo que le ha quedado ya claro o que más le ha llamado la atención y que es ineludible de cara al futuro tras este Congreso?

Es oportuno decir que no partimos de cero en bioética en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Llevamos 50 años haciendo bioética como institución. La bioética en España, me atrevo a decir, viene de la mano de la Orden de San Juan de Dios, aunque no solo de ella. Pero nuestra aportación a la asistencia hospitalaria para la ciudadanía desde la bioética, ha sido patente y potente. Y de ello me alegro.

Somos una institución de Iglesia, con unos valores y principios que queremos compartir con otros sectores al servicio de los enfermos y necesitados para mejorar en humanización de la asistencia de las personas atendidas. Nuestra obligación es reflexiona, compartir y ofrecer, desde la bioética de carácter humanista y cristiana, un estilo y un modelo específico de atención con una finalidad muy clara: cómo evangelizar en el mundo de la salud y de lo social y sectores de mayor vulnerabilidad, en diálogo con todos los agentes que colaboran con nosotros.

El congreso se ha organizado a nivel de España y espero que tenga muy pronto su repercusión para seguir motivando en el tema de la bioética y poner en práctica los compromisos adquiridos

Este I Congreso ya es historia, pero ¿cómo tienen pensando trabajar con las conclusiones que creo que ya están elaborando? Me refiero a cómo llevarán a la práctica las cuestiones que se han expuesto y debatido…

Este congreso ya es historia, pero debo decir, y así lo manifesté ayer en la clausura, que este congreso no ha sido el único ni el primero. Recuerdo el I Congreso Mundial de Bioética que celebramos en 2017 en el Escorial, que fue muy impactante para todos. El congreso que ahora clausuramos se ha organizado a nivel de España y espero que tenga muy pronto su repercusión para seguir motivando en el tema de la bioética y podamos poner en práctica los compromisos adquiridos.

La Orden está haciendo un gran esfuerzo para situar a los profesionales y equipos directivos en “modo debate bioético”. El carisma nos reta a estar en un continuo proceso de reflexión, pero también de saber cómo aterrizar las conclusiones de este congreso y del anterior, así como de otras jornadas, simposios y encuentros bioéticos, tanto a nivel de centros y dispositivos para llevar a la práctica los objetivos de la bioética. En ello estamos y me consta que los equipos de dirección y responsables de bioética de cara centro de trabajo se pondrán a trabajar ya en esta dirección.

El hermano José María Bermejo de Frutos en la sede donde se desarrolló el Congreso
El hermano José María Bermejo de Frutos en la sede donde se desarrolló el Congreso

Supongo que un congreso de estas características nace con vocación de futuro. ¿Contemplan ya nuevas ediciones, periodicidad, lugar de celebración…?

Sí. Ya hemos anunciado que el próximo congreso de Bioética será en 2025 y tendrá un carácter especial, pues hemos decidido organizarlo conjuntamente con la congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús que, como institución “hermana”, fundada por un Hermano de San Juan de Dios, San Benito Menni, y con un mismo carisma de hospitalidad, debemos colaborar a este nivel de formación en bioética, uniendo sinergias en aquellos temas que sea posible para hacer más visible la presencia de nuestras instituciones que tienen los mismos principios y valores en la gestión y asistencia a las personas más vulnerables.

La Iglesia, el Papa Francisco, así nos lo exigen desde una clara llamada a la sinodalidad, caminando y colaborando estrechamente entre los diversos carismas.

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