Carta abierta a Iñaki Gabilondo Castillo: "Señor Gabilondo, ¿por qué, cuando critica a los políticos, los mete a todos en el mismo saco?"
"La responsabilidad no es sólo de los que gobiernan... Es un problema mucho más profundo y más grave"
"La tenemos todos los ciudadanos, con nuestros silencios, pasividades y el insoportable desinterés de quienes nos callamos o nos quedamos de brazos cruzados ante lo que no podemos desentendernos en modo alguno"
Siguiendo el ejemplo de uno de los teólogos que más he admirado y admiro, el profesor José Ignacio González Faus, amigo y compañero de docencia, sobre todo en nuestros trabajos de enseñanza en la UCA (Universidad Centro-Americana, de San Salvador), voy a decir lo que pienso sobre un asunto que me preocupa seriamente, utilizando el formato de una carta abierta, dirigida a una personalidad de indudable presencia e influjo en la opinión pública.
Este es el sentido que tiene mi carta al reconocido y apreciado Sr. Iñaki Gabilondo. Un profesional del periodismo y de los medios de comunicación, al que estimo y valoro seguramente más de lo que él mismo se puede imaginar. Y es precisamente por eso, porque representa tanto ante tantos miles de oyentes que esperan cada día su palabra, por lo que, con el mayor respeto y estima, le pido públicamente que, antes de expresarse en tantos medios que Vd tiene a su alcance y ante cientos de miles de oyentes, que esperamos su palabra, reflexione – por lo que más quiera – en lo que dice y cómo lo dice.
Concretando: le ruego, señor Gabilondo, que se pregunte por qué, cuando critica a los políticos y los censura como los responsables de nuestras desgracias, hace Usted dos cosas, que no puedo comprender.
Ante todo, mete a todos los gobernantes en el mismo saco, sin hacer las debidas distinciones y sin precisar la responsabilidad que a cada cual le corresponde. Cuando Vd sabe perfectamente que no todos son igualmente responsables de lo que estamos sufriendo.
En segundo lugar – y esto es no menos importante – suele Vd cargar el peso de la responsabilidad en los que gobiernan. Y no suele hacer la debida referencia a la importante y decisiva parte de esa responsabilidad que tenemos todos los ciudadanos, con nuestros silencios, pasividades y el insoportable desinterés de quienes nos callamos o nos quedamos de brazos cruzados ante lo que no podemos desentendernos en modo alguno.
Si las cosas están como están, Sr. Gabilondo, la responsabilidad no es sólo de los que gobiernan. La sociedad que tenemos es el resultado de la conducta de todos. Es un problema mucho más profundo y más grave de cuanto Vd nos predica con su elegante elocuencia.
¿Por qué no nos anima Vd – y tantos otros como Vd – a desentrañar a fondo lo que nos está sucediendo?
¿Por qué carga Vd la mano sobre los que nos gobiernan, en general, cuando Vd sabe perfectamente que no todos son igualmente responsables?
¿Qué es lo que Vd pretende? ¿Qué se resuelva la situación? ¿O lo que intenta – seguramente sin darse cuenta de lo que hace – es aceptar lo que estamos sufriendo, dando la impresión de que protesta, cuando en realidad lo que hace es medir (inconscientemente) sus palabras, para seguir sacándole el fruto que se le puede sacar a esta penosa situación?