Los que resisten al Papa Francisco

Para nadie es un secreto que el papa Francisco está encontrando una fuerte resistencia a su forma de entender y ejercer el papado. Lo más llamativo, en este delicado asunto, es que esta resistencia al papa y al papado no proviene de los enemigos de la Iglesia. Es una resistencia que tiene su origen, sobre todo, en personas, grupos y ambientes que pertenecen a la misma Iglesia. Y, en determinados casos, se trata de personas o grupos que ocupan cargos y tareas de muy alta responsabilidad en el gobierno de la misma Iglesia. Se comprende, por esto, la gravedad de la situación que se está viviendo en la Iglesia actual.

¿Qué está sucediendo? Nada nuevo en el mundo. Lo que sucede ahora - de diversas formas - viene sucediendo desde hace siglos. Es un hecho bien conocido la resistencia que las religiones han tenido frente a lo humano. Esta resistencia, y el consiguiente enfrentamiento, se manifestó en vida de Jesús. Y no fueron los ateos de entonces los que rechazaron y mataron a Jesús. Fueron los sacerdotes, los responsables de la religión y del templo, los que lo apresaron, lo torturaron y lo condenaron a muerte.

Y sabemos que esta resistencia no se detuvo con la resurrección de Cristo. Todo lo contrario. Muchos cristianos no saben que el gran problema, que tuvo la cristología, no fue la resistencia para aceptar la divinidad de Jesús, sino su humanidad. Mucha gente de Iglesia no acaba de aceptar que Jesús fue un ser humano, profundamente humano. Esto es lo que no aceptaron los primeros herejes que hubo en la Iglesia, los “gnósticos”, que defendían una oposición radical en las relaciones del hombre con Dios y con el mundo. El daño que esta idea de fondo le ha hecho a la religión, a Dios y a la Iglesia, es cosa que pocos se imaginan. Por esa idea, la Iglesia antepone los derechos divinos a los derechos humanos. Y es la misma idea que subyace a quienes ven en el papa Francisco un hombre “demasiado humano”. No sé si llevan razón los que quieren un papa más intelectual, más autoritario, más teólogo.... Lo que, en todo caso, me pregunto es por qué les molesta tanto a algunos que el papa se interese tanto por los pobres y los enfermos, se deje abrazar por los niños y los ancianos, utilice el mismo vocabulario de la gente sencilla, etc, etc.. ¿Por qué, para ser buen papa, tendrá que distanciarse de los más pobres, sencillos e ignorantes? ¿Qué Iglesia queremos realmente?
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