Buena Noticia
Me he hecho eco, muchas veces, en este Blog, de la situación injusta e inhumana que está sufriendo una mujer cristiana en Paquistán, encerrada en la cárcel ya muchos meses, sólo por ser cristiana. La acusaron de blasfemia porque se lavó las manos en una fuente pública, que utilizan muchas mujeres, y eso fue interpretado como una blasfemia contra el Islam. El problema de fondo es que ella es cristiana en medio de un mundo hostil contra el cristianismo y se ha confesado como cristiana siempre. Ante la oferta de libertad con la condición de convertirse al Islam, ella respondió con mucha convicción: “Prefiero ser cristiana en la cárcel que musulmana en libertad”. Y esto ha exasperado a no pocos fanáticos musulmanes (que no todos lo son) que han pedido ya en varias ocasiones que sea ahorcada, incluso con manifestaciones públicas.
Muchas instancias internacionales han solicitado reiteradamente su puesta en libertad pero las presiones de la calle hacia los jueces y abogados de Asia Bibi, que así se llama esta mujer cristiana, han entorpecido el justo proceso de la justicia. En uno de mis viajes a París pude contemplar, con mucho gozo, un gran cartel, muy cerca de Notre Dame pidiendo la libertad para Asia Bibi. Una foto que guardo con especial cariño.
Hoy, escuchando las noticias, he oído que Asia Bibi, por fin, va a ser puesta en libertad y mi alegría ha sido inmensa. También he oído a continuación que ya hay manifestaciones en la calle, organizadas por los fanáticos, exigiendo el ahorcamiento, incluso cuando los jueces han decidido su libertad. Espero que la justicia se imponga y Asia Bibi sea liberada, como es de justicia, reconocida internacionalmente.
Hace unos años, siendo yo párroco en Madrid, tuve la dicha de conocer personalmente a su esposo y a su hija en una Eucaristía que celebramos por los cristianos perseguidos, dentro de un congreso de reflexión sobre el tema que había convocado la organización “Hazte Oír”. Me impresionó ver la firmeza y la fe de su esposo y de su hija en la esperanza de que algún día su esposa y su madre sería liberada.
Sueño con que llegue este momento de humanidad y esta gran mujer pueda sentir la libertad que le corresponde, como mujer y como cristiana. Porque será un signo de que los derechos humanos comienzan a ver la luz aunque sea de una manera tan lenta y tan puntual como en este caso.
¡Bienvenida a la liberad, Asia Bibi! ¡Lo celebramos! Aunque hasta que no lo vea, me cuesta creerlo.
Muchas instancias internacionales han solicitado reiteradamente su puesta en libertad pero las presiones de la calle hacia los jueces y abogados de Asia Bibi, que así se llama esta mujer cristiana, han entorpecido el justo proceso de la justicia. En uno de mis viajes a París pude contemplar, con mucho gozo, un gran cartel, muy cerca de Notre Dame pidiendo la libertad para Asia Bibi. Una foto que guardo con especial cariño.
Hoy, escuchando las noticias, he oído que Asia Bibi, por fin, va a ser puesta en libertad y mi alegría ha sido inmensa. También he oído a continuación que ya hay manifestaciones en la calle, organizadas por los fanáticos, exigiendo el ahorcamiento, incluso cuando los jueces han decidido su libertad. Espero que la justicia se imponga y Asia Bibi sea liberada, como es de justicia, reconocida internacionalmente.
Hace unos años, siendo yo párroco en Madrid, tuve la dicha de conocer personalmente a su esposo y a su hija en una Eucaristía que celebramos por los cristianos perseguidos, dentro de un congreso de reflexión sobre el tema que había convocado la organización “Hazte Oír”. Me impresionó ver la firmeza y la fe de su esposo y de su hija en la esperanza de que algún día su esposa y su madre sería liberada.
Sueño con que llegue este momento de humanidad y esta gran mujer pueda sentir la libertad que le corresponde, como mujer y como cristiana. Porque será un signo de que los derechos humanos comienzan a ver la luz aunque sea de una manera tan lenta y tan puntual como en este caso.
¡Bienvenida a la liberad, Asia Bibi! ¡Lo celebramos! Aunque hasta que no lo vea, me cuesta creerlo.