Los cristianos en el punto de mira de España y del mundo.

Estamos asistiendo a un conjunto de acontecimientos que nos dan a entender que algo está cociéndose contra los cristianos en estos “tiempos de las libertades” (Para algunos, que pueden mofarse de los valores de los otros de manera gratuita). Yo no me refiero a un complot mundial; nunca he creído en esas persecuciones organizadas pero sí a una sensibilidad anticatólica que se está cultivando como un virus y que acaba generando gripes persecutorias contra los católicos. En España esto es evidente. Aquí, con el visto bueno de los jueces y del gobierno, el que lo desea se mofa en público de todo lo que es sagrado para los católicos: nuestra madre la Virgen María, Cristo, el señor crucificado, las hostias consagradas presencia real de Cristo mismo… Todo lo que se les ocurra contra los católicos se ampara en la libertad de expresión y duro que te pego. Y aquí no pasa nada.
Ahora, como a algún católico se le ocurra colocar sus heces en la madre de algún juez o de algún político de turno, como hacen ellos realmente sobre nuestros valores, se arma la marimorena por falta de respeto a la autoridad y se levantan acusaciones de intolerantes a los cristianos que no aceptamos la pluralidad social. ¡Venga ya!
O tragamos lo que nos echen las Ritas Maestres, las Drag Queens carnavaleras, con tan poca estética y creatividad, las mofas intolerantes de tanto antireligioso de universidad progre como anda por ahí, o somos unos antidemocráticos de aúpa. ¡Vaya hartazgo!
Flaco favor a la comunidad homosexual que suscita más rechazos que apoyos. ¡Hermanos, hay que respetar para ser respetados!
Y es que los católicos españoles somos todos carcas, de derechas, del PP, intolerantes, de la inquisición, gente sospechosa… ¡A por ellos!
Pero es que si atravesamos las fronteras de este querido país, cada vez menos llamado España, las iras anticatólicas se desatan como los vientos alisios. Sólo en el año 2016, que acabamos de superar, han sido asesinados 90.000 cristianos. ¡90.000 seres humanos! Que parece que a nadie le interesan. Son los muertos silenciados, olvidados por muchos defensores de los derechos humanos que se han quedado sin voz a la hora de gritar contra esta ignominia. ¡Puaj! No han muerto la mayoría de ellos en las guerras de telediario, sino en la persecución silenciosa y diaria que no llega a ninguna portada porque un muerto más o menos. ¡Qué más da!
En Siria cientos y cientos de cristianos, en una persecución programada, que genera caravanas de refugiados y huidos buscando un lugar donde poder vivir y se respete su dignidad, escenas dantescas de miedo, de frío, de alambradas…de perros guardianes…
Más de 500 millones de cristianos en el mundo viven su fe sin libertad. ¿Hay alguien que levante su voz por ellos?
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