En estos días estamos todos impresionados y compungidos por las consecuencias que esta dana reciente ha provocado en el levante español, en Valencia, sobre todo, en Murcia y Castilla la Mancha. Impresionados y movilizados. Resulta impresionante comprobar la ola de solidaridad que se ha desatado en toda España, en los pueblos y ciudades, en casa una de las personas e instituciones. Es el lado más positivo y luminoso en medio de esta desgracia sin nombre. Y también hemos visto, por desgracia ese lado oscuro y siniestro del ser humano: hay quien ha aprovechado el río revuelto para pescar en su propio beneficio, es decir para robar en establecimientos afectados por las aguas y con poca presencia de sus dueños o de las autoridades, ocupadas en rescatar vidas y cuidar a la gente que se ha quedado sin nada. ¡Que sobre esos ladrones oportunistas caiga todo el peso de la ley¡  No se puede ser más mezquinos. Lo mismo ha sucedido con algunos políticos que se han puesto el traje de campaña para dar una imagen y ganar o al menos no perder algunos votos.
Quiero destacar, sin embargo, esa ola de solidaridad tan enorme que se ha desatado en todos los rincones de España. Gente que se ha desplazado desde muy lejos para echar una mano en las tareas de limpieza de la calles y las casas, o dispuestos a repartir la ayuda que va llegando desde diversos puntos de la geografía española. Me acaba de llamar mi sobrino Víctor, electricista, para decirme que está con un grupo de jóvenes en primera línea de voluntarios limpiando las calles de barro. Y no he podido disimular mi alegría y orgullo de tío. Es solo un ejemplo de lo que está sucediendo en muchos rincones de España. Mañana mismo sale un camión de víveres y materiales de higiene y limpieza para Valencia desde mi pequeño pueblo de Fuente el Fresno. Una ola de solidaridad que va a ser más fuerte que la misma dana.
¡Cuántas personas volcadas en ayudar ante una tragedia como ésta! Policías, fuerzas de seguridad, personal de enfermería, técnicos -parece que la presa de Forata frenó 27.000 litros de agua, al llenarse al cien por cien-Sus técnicos son otros héroes anónimos de esta tragedia. Personas anónimas movilizadas para ayudar. otras que han arriesgado su vida para salvar a otras de la corriente del agua. Estamos sabiendo de casos espeluznantes y de héroes anónimos, que bien merecen un sonoro homenaje. Sirvan estas palabras para hacerme eco de esta actitudes tan maravillosas que nos hacen creer un poco más en la humanidad cuando parece que ya no tenemos solución y todo se va deshumanizando a nuestro alrededor, incluso en ámbitos eclesiales. Una gota fría que ha provocado más de 158 muertos y algunos más desaparecidos. La dana que más ha conmocionado a todo el país y la solidaridad que nos ha emocionado a muchos de nosotros. Muchas personas sin agua potable ni luz eléctrica, como sucede en Alfafar, Chiva o Paiporta de la Comunidad Valenciana. Se han interrumpido las comunicaciones más importantes, como el autobús o el tren pero no se ha interrumpido, de ninguna manera, la solidaridad.
Confiamos en que pronto la estos pueblos puedan ser reconstruidos en su totalidad, gracias a estas manos solidarias que crecen por doquier. Al final del vida nos examinarán solamente de amor.