#sentipensares2025 Anotaciones sobre las Mujeres y Pablo
| Elena Gortázar Pérez-Armas
Apia, (junto a Filemón y Arquipo, era líder de una iglesia doméstica en Colosas, Film 1, 1.3. “Pablo, preso por el Mesías Jesús, y el hermano Timoteo a Filemón nuestro querido amigo y colaborador, a nuestra hermana APIA,a Arquipo nuestro compañero en armas, y a la comunidad que se reúne en su casa: les deseamos el favor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo”……
La carta la dirige a Filemón junto con sus colaboradores, Apia y Arquipo y es significativa de la determinación de llevar a cabo uno de los retos propuestos en Gálatas 3,27, no más esclavo-señor sino todos hermanos/as)[1]
Yo, Apia, organizaba la Iglesia Doméstica y las reuniones y celebraciones que hacíamos en nuestra casa. Pablo se dirigió a nuestra comunidad enviándole una carta a Filemón la escribió en la cárcel de Roma, no recuerdo bien la fecha pero sí que fue entre los años 60 y 63. La portaron unos hermanos junto con Onésimo, el esclavo de Filemón a quién le pide que lo reciba como a un hijo, Pablo tenía mucho empeño en terminar con la esclavitud, proclamaba que todos/as somos iguales no siervos y señores; no varones y mujeres; no judíos y gentiles, pues decía que Jesús nos hizo a todos/as hermanos, hijos e hijas del mismo Padre, Abbá.
Ninfa, organiza una iglesia doméstica, en su casa en Laodicea, Col 4,15,”Recuerdos a los hermanos y hermanas de Laodicea, a Ninfa y a la Iglesia que se reúne en su casa” y con quién también Pablo mantiene correspondencia, existen hipótesis acerca de que la carta escrita en cautividad es mucho más breve, a la que se insertan añadidos posteriores para responder a las necesidades de la época
Yo Ninfa dirijo una iglesia doméstica, en mi casa en Laodicea, Pablo me nombra en su carta a las comunidades de Colosas y de Laodicea Col 4,15, “Recuerdos a los hermanos y hermanas de Laodicea, a Ninfa y a la Iglesia que se reúne en su casa” … Pablo nos escribió una carta breve, en torno al año 61, parecida a la que escribió a Filemón según dicen los que han oído las dos, pero luego unos discípulos suyos la ampliaron, ciertamente con reflexiones y un precioso himno acerca de la redención que nos hacía falta a nuestra comunidad, y también una serie de consejos especialmente dirigidos a las mujeres, que los varones están empeñados en hacerlos doctrina de las comunidades. Pablo predicaba la igualdad, pero los discípulos insisten en la docilidad y subordinación que debemos a nuestros maridos, padres, hermanos, es decir a los varones
Me presento, soy Priscao Priscila esposa de Aquila, somos los jefes de una iglesia en Éfeso, I Cor 16,19, “Les mandan recuerdos las comunidades de Asia. Un caluroso saludo cristiano de parte de Aquila y Prisca y la comunidad que se reúne en su casa”….Pablo nos tiene gran aprecio y nos nombra en varias cartas, claro que mi marido Aquila y yo accedimos a la fe antes que el propio Pablo, ya éramos misioneros cuando él entró a formar parte de los hermanos/as seguidores de Jesús el nazareno, y si él tiene una gran formación religiosa hebrea y filosófica griega, también yo, lo pude comprobar cuando elaboramos cosiendo las tiendas como medio de vida a ratos, Pablo y yo principalmente, conversábamos acerca de teorías y las distintas corrientes que circulaban por la ciudad, quizás eso me valió para que me adjudican el encargo de preparar a Apolo para recibir el bautismo, Hech. 18,26. “Llegó a Éfeso cierto judío, de nombre Apolo, natural de Alejandría; era hombre elocuente y muy versado en la Escritura. Este había sido instruido en el camino del Señor, hablaba con mucho entusiasmo y enseñaba con exactitud lo relativo a Jesús, aunque no conocía más bautismo que el de Juan. Apolo se puso a hablar con valentía en la sinagoga; cuando lo oyeron Aquila y Priscila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con más exactitud el camino de Dios”
En la carta que Pablo escribe a los romanos, 16,3-5, dice de nosotros en el apéndice, “recuerdos a Prisca y Aquila, colaboradores míos en la obra del Mesías Jesús, por salvar mi vida se jugaron la cabeza, y no soy yo solo quien les está agradecido, lo mismo todas las Iglesias del mundo pagano. Recuerdos a la comunidad que se reúne en su casa” … Esto lo dice Tercio el amanuense de la carta quien conoce bien los aconteceres de la persecución de Pablo que para salvarlo, casi nos dejamos la vida Aquila mi esposo, y yo
Prisca, con su marido Aquila, son los jefes de una iglesia en Éfeso, I Cor 16,19, Rom 16,3-5; precedió a Pablo en la tarea misionera y colaboró con él, pero nunca fueron sus subordinados. Ambos son sus colaboradores y según narra a los romanos llegaron a jugarse la vida por él. Se les menciona siete veces y en cuatro, el nombre de la mujer va delante (1 Cor 16,19; Rom 16,3-5;2Tim 4,19; Hch 18,10.2) Priscila siempre es nombrada por su nombre y no por el de su marido, fue una misionera destacada y se deduce que más conocida que Aquila, una mujer instruida porque intervino en la enseñanza de Apolo que era un hombre culto, Hch 18,26. Priscila y Aquila aparecen en Corinto, Éfeso y Roma, eran como Pablo constructores de tiendas de campaña, esto les daba independencia económica y les permitía viajar y ser misioneros.
Lidia fue la primera convertida en Filipo y en su casa había una Iglesia Doméstica, Hch 16,15; “El sábado salimos a las afuera y, fuimos bordeando el río donde pensábamos que había un lugar de oración. Nos sentamos y nos pusimos a hablar a las mujeres que se habían reunido. Cierta mujer de nombre Lidia, natural de Tiatira vendedora de púrpura que era adicta al judaísmo, estaba escuchando, y el Señor le abrió el corazón para que hiciera caso de lo que Pablo hablaba.Cuando se bautizó con su familia, nos suplicó: si están convencidos de que soy fiel al Señor. Vengan a hospedarse en mi casa. Y nos obligó a aceptar”.
Mi nombre es Lidia, soy natural de Tiátira pero vivo en Filipo, me gano la vida vendiendo púrpura y otras especies. Siempre he sentido una atracción por conocer las Escrituras Sagradas, especialmente las que profesan los judíos, por ese motivo sabiendo que habían llegado a la ciudad unos forasteros procedentes de Jerusalén, y que estaban explicando cierta doctrina de un tal Jesús, fui a la orilla del rio, donde ellos estaban dialogando con un grupo de mujeres. Al oír a Pablo, se abrió mi corazón y supe que había encontrado lo que estaba buscando, una gran alegría inundó todo mi ser y sentí un soplo de paz, volví a mi casa y expliqué a mi familia lo que había ocurrido, lo días siguientes todos fuimos a escuchar a Pablo y le pedimos el bautismo pues queríamos seguir el Camino. Pablo nos bautizó en el rio con otros vecinos y vecinas que también querían seguir el Camino de Jesús. Le ofrecí hospedaje a Pablo pues además del deber de la acogida a los forasteros me impulsaba la necesidad de conocer todo lo que Pablo explicaba de los hechos y pensamientos de Jesús, además así Pablo podía conocer la autenticidad de mi intención de ser discípula fiel.
Evodia y Sintique,
Filp 4,2-3. dos mujeres de Filipos, quienes preocupan a Pablo, debido a su rivalidad por las repercusiones en la comunidad debido al prestigio que se habían ganado en las tareas misioneras llevadas a cabo con otros miembros de la comunidad como Clemente y otros, tan es así que Pablo le ruega a Sícigo que actúe de mediador para ayudarlas a superar las diferencias que las han separado. Pablo no se escandaliza ante los problemas de relaciones humanas, que se dan entre el discipulado a pesar que quiere vivir la sororidad-fraternidad, más bien comprende que a veces no es fácil resolverlos directamente y que precisan un tercero que ayude a objetivar, pero también es cierto que les pide a ambas, coherencia en su comportamiento
Filp 4,2-3. “Ruego a Evodia y lo mismo a Síntique que anden de acuerdo como cristianas que son; por supuesto a ti en particular Sícigo, leal compañero, te pido que las ayudes, porque ellas lucharon a mi lado por el evangelio con Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están escritos en el libro de los vivos”
Soy Evodia me dirijo a toda la comunidad de hermanos y hermanas en el camino, para dar testimonio de lo ocurrido y también pedir perdón por el daño que les he podido hacer. Sois testigos de que tanto Síntique como yo misma, hemos trabajado duro en la evangelización y en la formación de nuestra comunidad, en el primer momento hubo un espíritu de concordia entre nosotras que lo trasmitíamos a las hermanas y hermanos, pero luego fuimos cayendo en un espíritu de rivalidad entre las dos. Gracias a la intervención de Sicigo, quien nos ayudó con palabras y sentencias de Jesús, pude comprender la equivocación de mi conducta y proceder al arrepentimiento. Por todo ello pido perdón a la comunidad y a cuantos haya podido dañar con mi comportamiento.
Síntique. Reconozco ante la comunidad que mi comportamiento ha sido equivocado y que me he apartado de las enseñanzas de nuestro único Señor
Jesús. Os pido hermanas y hermanos que perdonéis mi culpa y que no sigáis mi mal ejemplo impropio de la vida nueva que nos trajo Jesús el nazareno
Gracias a las advertencias de Pablo y a las reflexiones de Sícigo he vuelto a encontrar el Camino verdadero.
Maria, unamujer a la que Pablo reconoce su entrega y su trabajo en favor de la comunidad romana. Rom 16, 6. “Recuerdos a María que ha hecho tanto por ustedes”.
Soy María, una de las tantas Marías que aparecemos en los evangelios. Desde que recibí el bautismo he prestado mi servicio en favor de las comunidades. Este servicio o diaconía ha sido el impulso de mi vida. Junto a otras mujeres cubrimos las necesidades de nuestros hermanos y hermanas a la vez que predicamos y dirigimos a las asambleas en las celebraciones.
Trifosa, Trifena y Perside, de las que dice que han trabajado mucho en el Señor, Rom 16 ,6-12. El verbo que usa Kopiao = trabajar, fatigarse, es el mismo con el que designa el trabajo apostólico de los que tienen autoridad en la comunidad, 1Cor 16,16; 1Tes 5,12, o también cuando habla de su propio trabajo apostólico, 1Cor 15,10, Gal 4,11. Saluda a la madre de Rufo, Rom 16,13 y a todos/as los creyentes que nombra expresamente en la carta a los romanos. Pablo es conocido por su nivel intelectual, por su teología centrada en Jesucristo, pero desde nuestra perspectiva feminista, como mujeres encontramos importantes retazos que corresponden a otro ámbito, se trata del nivel afectivo, la expresión de sus sentimientos más íntimos. En esta perícopa refleja la ternura que la madre de Rufo provocaba en el recio Pablo.
Rom 16 ,6-12. “Recuerdos a Trifena y Trifosa que trabajan duro por el Señor. Recuerdos a Rufo, ese cristiano eminente y a su madre, que lo es también mía”
Pablo nos confirmó a nosotras, Trifena y Trifosa en el diaconado, para expandir la Buena Nueva en distintos barrios de Roma, ardua tarea porque el ambiente de Roma es muy contrario a las enseñanzas que queremos transmitir, pero el Espíritu nos acompaña y no perdemos la ocasión, como dice Pablo para predicar a Jesucristo resucitado
Junia, procedente de Tarso, es llamada apóstol sin tapujos, Rom 16,7, Pablo la saluda y a su esposo Andrónico, dice que son cristianos y misioneros antes que él mismo, y que han estado en prisión debido a su fe. Muy pronto los prejuicios androcéntricos consideraron que no debía llamarse apóstol a una mujer, en ocasiones lo aceptan en "sentido amplio”.
Rom 16,7, “Recuerdos a Andrónico y Junía paisanos míos y compañeros de prisión; que son apóstoles insignes incluso fueron cristianos antes que yo”
Desde que conocimos a Pablo, mi esposo Andrónico y yo establecimos una estrecha relación debido a nuestras firmes convicciones sobre el mensaje de Jesús que nos tenía subyugados y que procurábamos difundir en los distintos ambientes romanos, lo que nos trajo duras consecuencias, en ocasiones compartimos la prisión con Pablo, donde hablábamos de Tarso, nuestra ciudad natal.
Filólogo y Julia, Nereo y su hermana, dos parejas de misioneros, Rom 16,15.
“Recuerdos a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana". También sabemos que los hermanos del Señor y Cefas misionaban acompañados de sus respectivas mujeres, 1Cor 9,5 “¿Acaso no tenemos derecho a comer y ?, ¿acaso no tenemos derecho a viajar en compañía de una mujer cristiana como los demás apóstoles, incluyendo a los parientes del Señor y a Pedro?
Yo Julia, mantengo una estrecha relación con Pablo, porque sus argumentos coinciden con mis pensamientos, y que en general los hombres, incluso mi esposo Filólogo, disienten. En la primera carta que Pablo escribió a la comunidad de Corinto (9,4 ss) defiende la dignidad y la autonomía del trabajo frente a quienes alegan que la predicación y otros servicios, no deben ser remunerados en el fondo porque los realizamos las mujeres y lo que hacemos se considera sin valor ni prestigio ni remuneración económica, esta forma de pensar me ocasiona enfrentamientos con los hombres, y también algunas mujeres, pero Pablo me ratifica en mis ideas.
Dámaris. Nominada en Hch 17,34, que accedió a la fe durante el discurso de Pablo en el Areópago, Dámaris se encontraba entre filósofos estoicos y epicúreos y otros/as atenienses y extranjeros, tales como Dionisio. “Sin más Pablo se salió del corro. Algunos hombres, sin embargo, se le habían juntado y habían creído, entre ellos Dionisio el aeropagita, además de una ujer llamada Dámaris y algunas otras personas”
Me llamo Dámaris y vivo en Atenas, me gusta esta ciudad porque hay mucha vida en ella. Con frecuencia se forman corros en los que se debate sobre distintas tendencias de los filósofos, de los artistas, escultores y escénicos, por supuesto también de distintos credos religiosos y ritos de diosas y dioses, hay un gran intercambio cultural.
En cierta ocasión escuché las explicaciones de Pablo de Tarso acerca de Ese Jesús judío, que Pablo decía que había sido resucitado a la vida después de una infame persecución y muerte ignominiosa en una cruz. Lo que más me interesó fue su propuesta de nueva vida basada en la sororidad y la fraternidad porque todos y todas somos hermanos, iguales, hijos e hijas de Dios Padre. Esta idea me cautivó y desde entonces no he dejado de seguirlo a fin de conseguir el bautismo y formar parte de su grupo.
Febe, mujer portadora de la carta a los romanos, de la cual Pablo dice que es diácono y patrona o presidente de la Iglesia de Cencreas, el puerto de Corinto, Rom 16,1-2. “Les recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la Iglesia de Cencreas; recíbanla como cristianos, como corresponde a gente consagrada; pónganse a su disposición en cualquier asunto que necesite de ustedes, pues, lo que es ella, se ha hecho abogada de muchos, empezando por mi”
En el sentido Paulino la palabra diácono es usada para designar a los que gobiernan la comunidad, así ha de interpretarse cuando se trata de Febe y no como función subordinada en que deriva el término en siglos posteriores.
En Pablo el/la diácono es el responsable de toda la Iglesia e implica el oficio eclesial de misionar y de enseñar. También ejerce el oficio de abogada defensora, incluso del propio Pablo, a quien Pablo reconoce la importante labor que desarrolla para beneficio de la comunidad.
Yo Febe, doy gracias a la Ruah por los dones que me han sido concedidos, no en razón de mis méritos sino por la voluntad del Hacedor de todas las cosas que existen en los cielos y en la tierra.
Hágase en mí su voluntad, siguiendo la senda de mis antecesoras también elegidas y portadoras del espíritu a lo largo de la historia, Myriam que cantó la liberación de la esclavitud del pueblo israelita de la opresión de los egipcios; Déborah que debajo de un árbol, aplicaba la Ley de Yahvé al pueblo de Israel. Noemí que ejerció la sororidad desinteresada y fiel con Ruth su suegra, y tantas otras que jalonan las etapas de la historia de Israel de las que me considero un eslabón más en esta nueva y definitiva etapa de salvación, inaugurada por Jesús de Nazaret a quien considero y creo que es el Hijo Unigénito del Padre como afirma Pablo.
Lo que Pablo expresa sobre Febe en la carta a los romanos tiene un alto significado en cuanto a su papel en las comunidades y la alta consideración que Pablo y otros cristianos tenían sobre ella.
TECLA Y PABLO
Hechos de Pablo y Tecla, apócrifo del siglo segundo, escrito en Asia Menor. Contiene los relatos de una misionera, discípula de Pablo a quien el autor define como “protomártir, apóstol y virgen de Dios”. Tecla conoce a Jesús por la predicación de Pablo y le pide el bautismo que Pablo aún se lo niega, renuncia al matrimonio con un hombre influyente que la persigue denunciándola, es salvada milagrosamente y sigue a Pablo en su trayectoria misionera, se impone una vida ascética, hasta su muerte a los noventa años.
Su función como misionera queda reflejada en varios pasajes, la primera, cuando entra en casa de Trifena, (mujer muy rica que se convierte en su protectora), y le anuncia la palabra de Dios, de modo que creyeron la mayoría de las criadas y hubo una gran alegría en la casa; la segunda cuando Pablo la envía, “ve y enseña la palabra de Dios”, y la tercera cuando llega a casa de Onesíforo en Iconio, “sentándose, enseñaba las palabras del Señor”.
Peculiar importancia tiene la administración de los sacramentos, Tecla se bautiza a sí misma en el primer intento de martirio, “Y cuando terminó la oración, se volvió y vio una fosa grande llena de agua y dijo. -ahora es tiempo para lavarme- y se echó diciendo: -En el nombre de Jesucristo me bautizo en el último día- y se echó el agua en nombre de Jesucristo”.
Tecla se convierte en el prototipo de mujer evangelizadora, enseña, predica y bautiza, su estilo de vida ascético es una importante característica que se va imponiendo en las seguidoras de la vida cristiana, y a la vez le sirve de coraza a todo intento seductor.
La Laguna, enero 2025
Referencias:
1 En los cuadros se incluyen textos de la autora que desde la perspectiva feminista expresan el contexto de cada personaje.