Hace cuatro años estuve viviendo y compartiendo la misión en la casa de Formación María Auxiliadora junto a las aspirantes y postulantes. Esta casa está ubicada en un barrio pobre de Medellín y entre las obras que se tiene con la gente del barrio está el restaurante para las personas más pobres del sector, quienes de lunes a viernes pueden acceder a un delicioso almuerzo de manera gratuita y ofrecido con mucho amor.

Entre las personas que vienen al restaurante están los migrantes. Un día llegó en la tarde un niño venezolano a pedir su almuerzo, debido a diversas circunstancias su madre no lo había podido traer y ya llevaba dos días sin comer, cuando lo vimos le preguntamos cómo estaba de salud y él nos respondió con una sonrisa que combinaba con sus grandes ojos verdes que iluminaban su cara: Estoy bien, no he comido en dos días, pero mi mamá me ha dado un vaso de agua y con eso estoy bien.

Nunca he podido olvidar esa respuesta, el vaso de agua dado con amor por mamá había sido capaz de sostener al niño y es a partir de la expresión de este pequeño migrante, en quien me inspiré para escribir la siguiente reflexión.

UN VASO DE AGUA…

Un vaso de agua,

camuflando el hambre,

un vaso de agua,

apagando la sed del comer,

un vaso de agua,

cristalizado en la mirada,

un vaso de agua,

riqueza en la alacena del pobre,

un vaso de agua,

manjar en la mano de mamá,

un vaso de agua,

oasis en el desierto de la carencia,

un vaso de agua,

refrescando gargantas áridas,

un vaso de agua,

humedeciendo la sequedad del pedir,

un vaso de agua,

dibujado en la sonrisa inocente,

un vaso de agua,

con sabor a leche materna,

un vaso de agua,

en la frontera de la necesidad,

un vaso de agua,

dignificando desigualdad,

un vaso de agua,

grito de los que sufren,

un vaso de agua,

denuncia de la indiferencia,

un vaso de agua,

vida en la palma de la mano,

un vaso de agua,

transparencia de vulnerabilidad,

un vaso de agua,

desayuno, almuerzo y comida,

un vaso de agua,

festín de estómagos hambrientos,

un vaso de agua,

uno más en tu despensa egoísta,

un vaso de agua,

diluido en la injusticia,

un vaso de agua,

mezcla de lágrimas y sudor,

un vaso de agua,

menú cotidiano,

un vaso de agua,

compañero de comida desperdiciada,

un vaso de agua,

para el sediento, puerta al paraíso,

un vaso de agua,

es la voz de Dios resonando en tu interior,

despertando una fe anestesiada,

un vaso de agua ofrecida cada día en el calvario.

¿Cuál es tu vaso de agua?

Teóloga, Hna. Milena López Jiménez