Por si nos faltaba algo después de lo de la pederastia, ahora un plagiocha circulaba como rumor pero el salto a la prensa es inminente:
¿hay en el evangelio de Mateo un texto presuntamente plagiado?El asunto se comentaba hace tiempo de manera discreta entre los biblistas, pero los recientes acontecimientos lo han sacado a la luz pública: siempre hay gente malintencionada dispuesta a sacar los trapos sucios de la Iglesia. Y también es mala suerte que se trate precisamente de
la parábola de los jornaleros de la viña (Mt 20,1-16), ya en cabeza del ranking de resistencias por parte de sus lectores (pero qué me está contando ¿soltar el pack de mis méritos y sudores para arrimarme al gratis del corazón bueno del Dueño…?). Ahora
se la acusa de ser un plagio, sin entrecomillados ni cita de fuente, de otra que circulaba en los medios rabínicos del tiempo de Jesús, con argumento y personajes parecidísimos: un amo contrata a muchos trabajadores para ir a su viña y con uno de ellos, especialmente diligente, se pasa la mayor parte del día conversando. Cuando los otros protestan porque al final les da la misma paga que a ellos, el dueño les dice: -‘Éste ha hecho más en dos horas que vosotros durante el día entero" (Cf.Ber 2,5).
Quienes acusan a Mateo de plagio señalan las evidentes semejanzas entre ambos textos y
proponen despojar a su autor, con efectos retroactivos, de su título de evangelista, apoyados por un lobby poderoso de simpatizantes de este otro final que consideran mucho más ajustado a derecho. Pero es precisamente en este final donde se centran los argumentos de los defensores de Mateo: aunque se haya inspirado en la parábola rabínica, el cambio final es tan revolucionario y des-quicia de tal manera el sistema vigente de merecimientos, que estamos ante un texto absolutamente diferente.
El
fiscal ha abierto una investigación que se va a tramitar como pieza separada, signifique lo que signifique pieza separada. Habrá que seguir atentos a la sentencia.