El Camino de tu vida

¿Alguna vez os habéis parado al comienzo de un largo camino donde parecía no tener final? Si sabemos hacerlo con paz y sosiego, creo que es una autentica gozada, sobre todo en los días de otoño cuando se encuentran cubiertos de hojas multicolores que tenemos que ir apartando para seguir adelante…
Pero también hay caminos que están en nuestro interior. Caminos, en ocasiones demasiado difíciles de recorrer, pero solo ellos conocen los secretos de tantos pies peregrinos que un día antes que nosotros, hicieron el mismo recorrido, con sus tristezas y alegrías…
Desde que nacemos, guardamos en nuestra memoria el camino recorrido hasta llegar al momento actual, experiencias pasadas en las que no nos podemos quedar, porque nuestra tarea es prolongar cada día ese recorrido e ir mejorando aquello que se torció o nos llevó a buen puerto.
Todo sendero desemboca en una meta y éste es sin duda el único medio que tenemos para poder llegar a ella. Sin una senda bien trazada, el ser humano se siente perdido, tanto interior como exteriormente, y este es el momento actual en que nos encontramos de total confusión…
Lo importante es saber estar siempre dispuestos, ir trazando nuestro camino personal y no pararnos, porque como bien dice nuestro gran poeta Machado: “caminante, no hay camino, se hace camino al andar”.En el siempre encontraremos piedras. Podemos escoger entre el camino de la luz o de la oscuridad, el de la solidaridad o el egoísmo. A veces, son difíciles de separar, pero si decidimos optar por el buen camino, los tropiezos no destruirán su senda. Vivir es complicado, pero recordad que nunca lo hacemos solos…
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