¿Forman parte de nuestra vida la justicia y la igualdad?

Desde que el mundo es mundo, se ha tenido como ideal algo tan necesario como es la justicia, pero también siempre ha sido vulnerada sin dejar de ser un mero ideal.
¡Cómo hablar de justicia! Algo que ya casi no existe en este siglo XXI. Momentos en los que ésta parece pasar a un segundo lugar, imperando el poder, el tener, el ser, el rico sobre el pobre, el empresario sobre el empleado… de alguna forma volvemos a la dominación, a la esclavitud, algo que nunca ha dejado de existir, pero que hoy la hemos “coloreado” con bonitos términos…
Cuando no hay justicia, tampoco se sostiene la libertad y menos la igualdad. Justicia, libertad, igualdad, ¡palabras mayores hoy día!...
Nadie o muy pocos, están dispuestos a disminuir su calidad y forma de vida para promover una sociedad más equitativa e igualitaria.
¿Podríamos estar hablando de utopía?, por desgracia, creo que sí…
¿Dónde habita la justicia?, siempre son los mismos los más castigados y ¿qué hacemos? Como mucho, nos llevamos las manos a la cabeza con expresiones como: ¡pobrecillos, que lástima, qué desgracia…! Pero segundos después cambiamos nuestro chip.
El egoísmo nos hace acomodarnos en el sillón frente al televisor y a lo máximo exclamamos ¡que lo haga el gobierno que para eso está! Aquí yo me pregunto: ¿Dónde se queda ese afán de lucha, de unión, de superación que tenían en los años 80 cuando la gente salía a la calle, reivindicaba sus derechos y la libertad? Tengo la sensación de estar dejando que todo esto empiece a formar parte de la historia, y de los libros para las próximas generaciones, porque al final, las buenas intenciones que todos tenemos por naturaleza, no siempre terminan siendo buenas acciones dispuestos a trabajar por una sociedad más justa y libre.
¿Este es el fruto que queremos dejar?
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