Si de verdad estamos vivos y así nos sentimos, porque podemos estarlo, pero no sentirlo. Cada día vivimos o escuchamos historias que nos estremecen tanto para bien como para mal, de lo contrario no tendríamos corazón, no estaríamos vivos. Es un sentimiento del que es difícil escapar y creo que todos lo hemos sentido en algún momento, prolongándose durante un periodo de tiempo más o menos breve ya que es un estado de ánimo que nos lleva al alma, a lo más profundo de nuestro ser, nos sobrecoge llegando al centro de nuestra persona sin dejarnos indiferentes. Cuando esto sucede, quizá lo primero que hacemos es guardar silencio y examinar eso que tanto nos ha tocado. Entrar en lo más hondo de nosotros para poder encontrarnos con nuestro “yo” más íntimo, y a partir de ese momento ver por qué te has sentido así y qué es lo que lo ha motivado.
¿Lo has sentido alguna vez para bien o para mal, Cómo lo has vivido?