Comenzamos un 2013 que los supersticiosos denominan doce más uno en el que de una forma u otra, tenemos que intentar hacerlo esperanzados a pesar de lo que nos “auguran” los economistas y políticos.
Empecémoslo con un corazón en paz, conmigo mism@ y con los demás. Depositando nuestra confianza en Aquel que no falla, en la Voz que nos habla desde lo más intimo de nosotr@s, sin dejar a un lado el entusiasmo y coraje para seguir persiguiendo nuestros sueños. Si quieres ¡¡puedes!! Lucha por ello con fuerza y decisión.
Cierra los ojos por un momento, siente la paz y piensa en una preciosa noche plagada de luminosas estrellas. Deposita en aquella, cuyo resplandor sobresale de manera diferente por encima de las demás, aquel sentimiento oculto, tuyo, confidente, para que sea acogido y termine por hacerse realidad.
Deseo que tu hogar siempre sea un lugar de encuentro, de acogida, de Vida (con mayúsculas), de amor. Dispuesto a acoger aquel que llama, que necesita de ti. No permitas que se aleje sin esa palabra amiga y consoladora que tanto necesitamos todos y ojala, que consigamos al final de este año, eliminar ese egoísmo, ese egocentrismo o ese creerme dios, para extender mi mano a quien más lo precise.
Mis mejores deseos para este 2013 aún en pañales.