Si después de discernir esta pregunta nuestra respuesta es positiva, eso significa que algo está fallando en nosotros, que hay algo en nuestro interior que está empezando a morir…
Mientras hay vida siempre cabe la esperanza. Tenemos la posibilidad de enfadarnos, de protestar y luchar por lo que no estamos de acuerdo. Sin embargo, cuando uno se conforma, acepta sin más su situación, su vida, todo lo que le rodea e intenta adaptarse, asumiendo que las cosas son como son y no pueden ser de otra manera, algo está fallando…
La persona se aclimata, se encoge de hombros y se deja llevar por la vida pensando que es mejor “ahorrarse problemas”. Dejamos a los demás que decidan por nosotros, pensando que es mejor adoptar una postura de obediencia y resignación. Nos negamos a nosotros mismos, decidimos criticar a los demás: “ellos son los que tienen la culpa de estar donde estoy” nos resulta más fácil y mejor, eludir cualquier forma de compromiso.
Esto es algo que les pasa a muchas personas. Seguro que la mayor parte de nosotros conocemos a alguien. Quizá fruto del cansancio o de la edad, se acepta la situación con frases como: “Mejor bueno conocido que malo por conocer”
¡¡Despertemos!! El mundo no se lo puede permitir y menos en estos momentos. El cambio está en cada uno de nosotros, ¡¡intentémoslo!!