La vida te paga con la misma moneda

La vida es justa, más de lo que nosotros podamos imaginar. Con el transcurrir de los años se nos devuelve aquello que hemos sembrado a lo largo de ella. Nuestro destino, será nuestra vida, no lo olvidemos.
Cada pensamiento al final se convertirá en una palabra hacia los demás, por eso debemos de cuidarlo. Estar atentos al tipo de “abono” que utilizamos a lo largo de nuestra vida y cómo es su siembra. Si somos capaces de sembrar un buen trigo, un trigo que no produzca espinas ni cizaña, lo que recogeremos será un buen pan, y de esto saben mucho los del campo ¿verdad?
Cuidemos nuestra actitud hacia los demás, porque cada acto, con el tiempo se volverá una costumbre, por eso intentemos que cada palabra, cada actitud, cada mirada, sea una siembra de amor hacia los demás. Una pequeña semilla puede dar un árbol frondoso capaz de acoger a todo el llega cansado. Siempre está ahí para acoger si lo cuidamos bien.
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