(Vatican News).- El auténtico desarrollo concierne a «cada persona» y a «toda la persona en todas sus dimensiones», superando también las desigualdades «exacerbadas» por el actual sistema económico. Así lo reiteró monseñor
Ettore Balestrero, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU y otras organizaciones internacionales en Ginebra, en dos declaraciones realizadas
ante el Consejo de Derechos Humanos y el Consejo de Comercio y Desarrollo de la UNCTAD.
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El derecho al desarrollo está «enraizado» en la interrelación de todos los derechos humanos, recordó el nuncio apostólico, que pidió un compromiso de solidaridad «renovada», incluida la solidaridad «intergeneracional», como ha solicitado el Papa. Respecto a la propuesta a nivel internacional de «ampliar» el «concepto» de generaciones futuras, se reiteró que «sólo» la persona humana, «creada a imagen y semejanza de Dios», tiene una dignidad «absoluta e inviolable».
En cuanto al compromiso contra la pobreza, ante la dificultad de muchos países en desarrollo para devolver deudas «insostenibles», monseñor Balestrero subrayó que es «imperativo» emprender una «acción radical y transformadora de la deuda», «teniendo en cuenta» también la posibilidad de su condonación.