Una tarde más (lluviosa, por cierto), la curia romana, incluidos los cardenales de las 'dubbia' y los que más criticaron públicamente al Pontífice, se han reunido en la plaza de San Pedro, para rezar un rosario más, para que Dios conceda el don de la salud al Papa Francisco. Pero esta vez, precisamente por la lluvia, la oración mariana se celebró en el interior de la Basílica de San Pedro.
Cambia el escenario. El cuadro de la Virgen colocado delante del baldaquino. se rezan los misterios gozosos. La gente con el rosario en la manos. Menos cardenales y menos gente que en otras ocasiones. Entre los cardenales, Koch o Tolentino o el cardenal Müller, que no falta a la cita.
Dirige la oración mariana el cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del dicasterio para las iglesias Orientales, que pone la salud del Papa en manos de María, "Madre de la Iglesia y nuestra madre", la Virgen que "brilla en nuestro camino como signo de consuelo y de esperanza segura"
Con la mirada fija en Jesús, también esta noche confiamos en Aquella que es la «Madre de la Iglesia» y nuestra Madre, en oración por la salud del Santo Padre Francisco. Estamos seguros de la intercesión de la Santísima Virgen María, que brilla en nuestro camino como signo de consuelo y de esperanza segura.